CELAYA, Gto.- Aún cuando no hubo misa de ocho de la mañana en el templo de La Resurrección, como cada año se venía haciendo, y a pesar de que gobierno municipal no hizo acto alguno para traer a la memoria el Domingo Negro, los familiares de los fallecidos, así como personas que resultaron lesionadas hace 25 años, un 26 de septiembre de 1999, llevaron a cabo un Rosario para elevar sus plegarias para no olvidar la fecha trágica y no se repita tan dramático hecho que dejó heridas que todavía no cierran.
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En el templo de La Resurrección del barrio con el mismo nombre, se expuso el Santísimo en lo que se llama la Hora Santa, donde menos de una docena de feligreses elevaron plegarias, y fue hasta poco antes de las 10 de la mañana en que llegaron familiares de las personas que fallecieron en el Domingo Negro.
Después de poner dos mesas, y encima un mantel blanco, velas, flores y las fotografías de los hombres y jóvenes que fallecieron un 26 de septiembre, pero de 1999, inició el Rosario dirigido por hermanas de la Parroquia de Cristo Salvador.
Lidia Rocha Garza, de dicha parroquia, asistió para rezar un Rosario en memoria de las personas que fallecieron hace 25 años tras tres explosiones, solidarizándose así con las familias; pero también elevó sus oraciones por un tío que resultó lesionado en el lugar.
“Mi tío vino de curioso y quedó muy mal herido. Por muchos años estuvo en tratamiento y todavía le duele la espalda porque le afectó la onda expansiva, y sigue tomando pastillas como parte del tratamiento”, comentó.
Comentó que la oración es el descanso del alma, espiritualmente hablando se necesita orar para tener un descanso, sobre todo cuando un ser querido se va, porque orar es platicar con Dios.
“No olvidemos a nuestros seres queridos que físicamente se fueron pero siguen presentes en nuestro corazón, y por eso hay que orar por ellos que también piden por nosotros, y nosotros también hay que orar por ellos. Nosotros, por la fe creemos que están en el purgatorio, pero es la antesala del cielo, y con las oraciones les ayudamos a salir, y de ahí gocen gracias a la oración”, expuso.
Por su parte, la señora Juana García Vázquez, dijo que es triste la manera en que la familia y la sociedad olvida el domingo negro en donde murieron esposos, esposas, madres, hijos, hermanos, y ya no recuerdan en acudir a rezar.
“Cada vez nos dejan más solas. Solo dos familias que estamos en pie en esta lucha del alma por amor a nuestros hijos o hermano. Pienso que el día en que no estemos las dos, ya no va a haber nada y se va a olvidar todo. Y no se vale, porque cayeron muchos héroes, y merece un reconocimiento a su valor”, comentó.
Dijo haber perdido a su hijo, Pedro Ávila García y tenía 20 años de edad hace 25 años del Domingo Negro.
“Murió salvando vidas. Era domingo, y me llamó su comandante para decir que escucharon las explosiones y fueron, y mi hijo de inmediato llegó, aventó la moto, se quitó el chaleco y entró a salvar vidas, pero murió en la segunda explosión”, comentó, mientras que otras familias también contaron el día más trágico para su vida, para la familia y para toda Celaya.
