CELAYA, Gto.- Luego de que los integrantes del ayuntamiento aprobaron el comenzar con el proceso de recuperación de cuatro terrenos que el municipio había donado a la Diócesis de Celaya, debido a que no cumplieron con el plazo de construcción, Gerardo Patiño, vecino del Fraccionamiento Misión de la Esperanza, manifestó su preocupación, ya que el templo que continúa construyéndose ha unido a los vecinos, a tal punto que, “nos organizamos para construir un jardincito y un kiosco en el área de los juegos que se encuentran en la esquina de la iglesia para convivir con nuestras familias al terminar la misa del domingo”.
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Platicó que “una vez que iba saliendo del templo, vi a mis vecinos reunidos, me acerqué y me di cuenta de que estaban proponiendo el crear un jardín y un kiosquito en la calle De la Misericordia que se encuentra en la esquina del templo”.
“Yo me ofrecí para hacer la mano de obra, pensé que solo iba a rellenar las piezas, pero me pidieron hacer cuatro bancas y una jardinera, les dije que sí y lo único que les pedí fue que me trajeran el material para comenzar”.
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Indicó que su oficio es albañil, por tal motivo, es que se le facilita realizar estos trabajos, los cuales no tienen una fecha de inicio, ni de término, ya que aún falta conseguir el material. Al finalizar las bancas y la jardinera, comentó, se conseguirán las plantas, se pintará y se acomodará el espacio para que quede cerrado y se vea como un kiosco.
El señor Patiño, refirió que al no poder cuadrar la agenda con el resto de los vecinos fue que se decidió que él estará trabajando entre semana haciendo cajones y armando las cosas, para que el resto acuda los domingos a colar. Posteriormente, él regresará para comenzar con la construcción.
De igual forma, comentó que se siente muy agradecido por todo el apoyo que les ha dado el municipio, ya que “se ve que también les importa que tengamos una colonia digna, con un jardincito y un templo, el cual abren los viernes temprano para hacer la oración y los domingos para celebrar la misa de 13:00 horas.
Antes venía poca gente, pero ya se está llenando más cuando el padre viene a oficiar la misa, por eso tenemos la idea de construir esto para que cuando salgamos del templo podamos convivir y sentarnos un ratito a la sombra”.
Al realizar estas bancas, añadió, también servirán para que los vecinos puedan esperar a que pase el transporte público para llevarlos a la zona centro, y al ser de concreto “será imposible que los vándalos la destruyan como ha pasado con las planchas que se han colocado”.
Para concluir, mencionó que dignificar la colonia, a través de su granito de arena “beneficiará mucho a mis hijos y sus hijos, porque al final todo lo que hacemos es para las nuevas generaciones”.