SALVATIERRA, Gto.- Productores agropecuarios del país, integrantes del Frente Nacional por el Rescate del Campo Mexicano, solicitaron a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, instrumentar con carácter de urgencia un conjunto de medidas administrativas y de política económica, que reincorporen las potencialidades productivas de las zonas agrícolas de riego del país a la tarea del cumplimiento de metas nacionales de producción. Esto, con el propósito de reducir la dependencia alimentaria de la nación, la que desgraciadamente se ha venido profundizando durante los últimos años.
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Proponen un presupuesto superior a los 130 mil millones de pesos para el campo, políticas de precios de garantía, así como una bolsa especial para los productores afectados por las contingencias del mercado, previo censo, entre otras cosas.
Lo anterior se dio luego de un largo proceso de discusiones y aportaciones de los productores de Baja California, Sonora, Sinaloa, Tamaulipas, Chihuahua, Zacatecas, Guanajuato y otras entidades que se identifican en el Frente Nacional por el Rescate del Campo Mexicano, informó Erasto Patiño Soto, dirigente estatal del Consejo Nacional de Sociedades y Uniones con Campesinos y Colonos (CONSUCC), quién detalló que el documento se le entregó a Sheinbaum en evento realizado en el estado de Sinaloa hace unos días.
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En el exponen que; desde la firma del TLCAN, y con su ratificación bajo el acrónimo de TMEC, las regiones más productivas de granos básicos (trigo, maíz, frijol y sorgo) fueron ubicadas en lo que se dio en llamar “agricultura comercial”, misma que quedó sujeta a los precios internacionales que se deciden principalmente en los mercados especulativos de la Bolsa de Chicago.
"Así, la mayor parte de los productores nacionales fuimos obligados a comercializar con un esquema errático de precios, dominado por los grandes corporativos graneleros que controlan y se aprovechan de los miles de millones de dólares que le extraen en subsidio al gobierno norteamericano".
"En esa dinámica y durante las tres décadas (1994-2024) que llevamos sometidos a tales esquemas comerciales (TLCAN-TMEC) cerca de la mitad de los productores nacionales han salido de la actividad agrícola y áreas importantes de las regiones productoras -que representan agua y tierra- han terminado subcontratadas y amarradas a convenios de exportación con los mismos corporativos que dominan los mercados internacionales".
"Se estuvo sobrellevando esta situación, con programas raquíticos de apoyos compensatorios a la caída en los precios, con la sentencia de que los mismos serían eliminados una vez que los productores nacionales estuvieran en condiciones de competir dentro de tal esquema comercial. Era previsible que la condición de igualdad en la competencia nunca se cumpliría, porque las asimetrías con el subsidiado mercado norteamericano son físicamente insalvables".
"Lo que sí se cumplió, es la sentencia de quitar todos los apoyos del gobierno mexicano a los productores nacionales, que el mismo gobierno empujó a la “agricultura comercial”., refieren.
Describen que los saldos de estas políticas señalan con fuerza su fracaso: "Estamos cerrando el sexenio con una profundización en la dependencia alimentaria, en donde destaca la caída en la producción nacional de trigo, sorgo, frijol y el maíz".
"En el caso de este último, los montos de importación están cubriendo más del 30 por ciento de los requerimientos del mercado nacional. Cuadro agravado por los episodios de sequía, lo cual también acusa falta de inversión en las obras de infraestructura para el manejo eficiente del agua disponible, pero fundamentalmente el crónico abandono de los grandes proyectos de gestión de más agua como el Plan Hidráulico del Noroeste (PLHINO) y otros de esa magnitud sobre la costa del Golfo de México, además del necesario impulso a la desalación de agua de mar".
“México no debe continuar poniendo en manos de los corporativos agro-financieros y de los grandes importadores de alimentos -en medio de esta incertidumbre- la alimentación de los mexicanos”.
Señalaron que 'ha llegado la hora de romper con esta inercia que le confiere grandes riesgos a la nación'. "Tenemos que revertir los efectos negativos de tales políticas comerciales y recuperar el mercado nacional de alimentos. México no está a ciegas en la realización de esta tarea. Contamos con la experiencia de la ruta exitosa que el país siguió a partir del gobierno del presidente Lázaro Cárdenas, cuando México asombró al mundo por sus elevadas tasas de crecimiento agrícola y lo llevó a ser considerado paradigma del desarrollo agrícola en las economías del llamado tercer mundo".
Citaron que de 1934 a 1982, el país registró una expansión agrícola de 6.1 por ciento anual. En ese periodo se logró satisfacer la creciente demanda interna de alimentos y se provee de las materias primas agrícolas demandadas por una economía que se planteaba la industrialización y una creciente urbanización".
Piden intervención de la próxima Ejecutiva para que el Congreso de la Unión y las comisiones correspondientes, admitan que el campo enfrenta una situación de emergencia que obliga a poner en marcha un proceso de recuperación de este sector ejerciendo un presupuesto federal por encima de los 130 mil millones de pesos y que la crisis obliga a reconocer que los presupuestos anteriores para el campo no son el referente adecuado para determinar las necesidades actuales, considerando todo el proceso acumulado de deterioro que sufre el sector.
Igualmente, que alcance presupuestal debe comprender un proceso de recuperación que evite a los productores caer en cartera vencida, especialmente a los productores de trigo, maíz, frijol y sorgo que han resultado brutalmente impactados por la caída en los precios internacionales y los incrementos exponenciales en los costos de producción.
Agregaron que: "Como medida emergente, es necesario crear una bolsa especial de recursos para que toda la deuda resultado de la actual cartera vencida de los productores, sea convertida en crédito, con la intención de habilitar el ciclo productivo otoño-invierno 2024-2025, y que para determinar el monto de esa bolsa de recursos, se requerirá la realización de un censo nacional de productores afectados por las contingencias del mercado, en el entendido de que los motivos por los cuales cayeron en la insolvencia son completamente ajenos a su responsabilidad, en tanto en que no fueron ni son los productores los que tomaron la decisión de participar en un proceso de comercialización controlado por corporativos que manipulan los mercados para maximizar ganancias a costa de afectaciones severas sobre el mercado nacional y sus productores".