CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Ante la imparable ola de violencia que sigue en el municipio, la cual desafortunadamente alcanzó a la familia del alcalde Javier Mendoza Márquez, el Obispo de la Diócesis de Celaya, Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, reiteró su invitación a orar por la justicia, la reconciliación y la paz, además de que pidió a los ciudadanos tener más empatía ante el dolor ajeno, sin importar el lugar que ocupan dentro de la sociedad.
Monseñor Aguilar Ledesma lamentó el asesinato de Guillermo Mendoza Suárez, hijo del presidente municipal, Javier Mendoza Márquez, así como el de muchas otras personas que han sido víctima de la delincuencia.
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Refirió que desafortunadamente, en las redes sociales se pudo observar que la gente no tiene empatía con el dolor ajeno y menos cuando el doliente es una figura tan importante como lo es el presidente municipal y esto dijo, es lamentable, ya que la vida de todas las personas tiene el mismo valor.
Mencionó que el hijo del alcalde tiene más impacto por el lugar que ocupa dentro de la sociedad, sin embargo, dijo que todas las muertes a causa de la violencia son trágicas y nadie tiene derecho a perder la sensibilidad con quien se encuentra en un momento de dificultad, dolor y luto.
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“No podemos ser insensibles, burlarnos, mofarnos y aprovechar esto para hacer sarcasmos o hasta memes, creo que no podemos caer en cosas tan ridículas, estamos perdiendo la sensibilidad ante el dolor y las pérdidas humanas, nos estamos deshumanizando en muchos campos y esto es grave, aunque parece cosa de chiste o de catarsis social o que pudiera hacer una broma u oportunismo mediático, el tema es que nos estamos deshumanizando”.
Al ser cuestionado sobre que la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Celaya, informó que se le brindará mayor seguridad a los integrantes del Ayuntamiento, el obispo dijo estar de acuerdo, debido al lugar que ocupan en la sociedad, es decir, son vistos como enemigos directos y están en el ojo del huracán solo por ser funcionarios públicos.
Recordó que lo mismo pasa con los policías y las personas que trabajan en la seguridad, en el que ellos necesitan mayor seguridad, no porque valgan más que el resto, sino porque su oficio es peligroso y están más visibles ante la criminalidad.
Finalmente, reiteró su invitación a orar por la justicia y la reconciliación para poder alcanzar la paz, por los que sufren extorsiones y las personas perseguidas. “Como católicos debemos comprometernos por la paz, orando, dialogando y trabajando por ella, con la consciencia de que no podemos quedarnos callados ante las injusticias”.
Indicó que el desafío es cambiar la realidad por un país con mayor paz y esperanza, a través de nuevas y eficaces estrategias que promuevan la seguridad. “Hacemos un llamado a no más violencia en nuestro país, paz y bien para México son posibles, dispongámonos siempre a participar activamente en la construcción de la paz”.
“No podemos seguir en este ambiente de tanta inseguridad, miedo y sobre todo, lamentablemente de tantas pérdidas de hermanos y hermanas nuestras que son víctimas de las violencias”, finalizó el Obispo Víctor Alejandro.