CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- No hacer reuniones y quedarse en casa, son las recomendaciones que el Obispo de la Diócesis de Celaya, Monseñor Benjamín Castillo Plascencia, dio a los fieles durante la misa Crismal, en la que se dio la bendición de los óleos y se renovaron las promesas sacerdotales, luego de que la alcaldesa de Celaya Elvira Paniagua Rodríguez le pidiera que hiciera un llamado a los municipios para que ya no salgan a las plazas.
“Nos dijeron de la presidencia, la señora presidenta que llamara a algunos pueblos de aquí del municipio, pero yo creo lo hacemos extensivo a todos los pueblos de la Diócesis, que insista en que la gente no asista a las plazas, me decía expresamente de San juan de la Vega, San Miguel Octopan y Tamayo, que aunque han cerrado las plazas rompen los sellos y la gente se va ahí, es un buen lugar de contagio, que de veras permanezcan en sus casas”.
Por otra parte, durante la concelebración de la misa Crismal, se consagró el Santo Crisma y se hizo la bendición de los óleos, el cual sirve para ungir a los recién bautizados, a sellar a los confirmados, también se utiliza en la unción de las manos de los presbíteros, y en la cabeza de los obispos; con el óleo de los catecúmenos, se preparan y disponen al Bautismo, mientras que, con el óleo de los enfermos, éstos reciben el alivio.
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También los sacerdotes renovaron sus promesas sacerdotales y Monseñor Castillo Plascencia, recordó que la institución del sacramento del orden sacerdotal es un ministerio, un servicio y el saber gastar la vida por los demás.
“El sello que debe tener el sacerdocio ministerial es servir como Cristo, el aspecto sacramental de la Iglesia arraiga la encarnación, el hijo de Dios se hizo cercano a nosotros, haciéndose uno de nosotros, encarnándose, tomando un cuerpo como nosotros, en Él Dios manifiesta su amor por todos los hombres y en Él los hombres manifestamos nuestro amor obediente al padre, ahí comienza esa sacramentalidad de la Iglesia”.
También destacó que los fieles deben vivir la alegría y la esperanza, llevar el mensaje de amor pascual al extremo.
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Posteriormente, se les entregaron las crismeras a los 10 decanos pertenecientes a San Luis de la Paz, Dolores Hidalgo, San Miguel de Allende, Comonfort, Juventino Rosas, Apaseo el Grande, Divina Providencia, San Miguel Arcángel, Sagrario Catedral y San Antonio de Padua.
Al finalizar la celebración eucarística, se realizó un breve convivio guardando cada uno su sana distancia.
En el lugar se encontraban 10 sacerdotes, 3 sacerdotes concelebrando la misa con el obispo, 4 seminaristas, 4 integrantes de la Pastoral de Comunicación de Catedral y 10 fieles con las crismeras.
