CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- Debido a la pandemia y sus restricciones el Instituto Municipal de Arte y Cultura suspendió este año en los tradicionales eventos culturales para conmemorar la tradicional Romería que desde principios del siglo XIX, en que se inauguró el Puente Tresguerras, se realiza en las márgenes del Río Laja, sin embargo, un grupo de celayenses desafío la contingencia y se reunieron, como lo hacen desde hace 20 años, para convivir en el antiguo Camino Real, que conduce al puente construido por el ilustre celayense.
El Sol del Bajío realizó un recorrido por la zona, y de principio se apreció el espacio vacío del Parque Bicentenario, donde solo estaba un policía encargado de cuidar lugar.
Sin embargo, en la parte del antiguo Camino Real, donde aún se erige un monumento conmemorativo a la inauguración del puente del Río Laja, realizado en 1808, junto con dos obeliscos de cantera, un grupo de personas convivía, departiendo barbacoa y tequila.
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El ingeniero Raúl Villagómez Quezada, explicó que se reúnen en ese lugar desde el año 2000 a instancia de Miguel Briseño, “El Minuta”, un personaje popular en el medio de los bares más populares de Celaya, laboró en CFE y en varias constructoras, pero falleció hace un año, ”es el segundo año que no nos acompaña, en julio cumplió un año, pero ya desde el antepasado ya no pudo venir por el problema de salud que no le permitía caminar, seguimos todos los demás recordándolo”.
“Nos juntamos unos 20 –comentó- antes había otro grupo numeroso que se reunía también por aquí pero ahora ya no lo hacen, los “rotos” se juntan en una finca allá por Trojes”.
EL ANTECEDENTE
La romería del Río Laja se remonta a unos dos siglos, en el Día de la Asunción de María, en épocas en las que el cauce siempre iba lleno de agua, lo que ocurrió hasta fines de los años 40, cuando se construyó la Presa Ignacio Allende, la gente se trasladaba desde la ciudad a pie, en automóvil o en burro, para disfrutar de las vendimias.
Hubo épocas, a mediados del siglo XX, en las que incluso había competencias de nado, incluidas algunas de alto riesgo, en las que los participantes cruzaban el caudaloso Laja con las manos atadas, con el tiempo se suspendieron.
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Luego decayó en los años 80, aunque seguían yendo grupos de personas a convivir en las orillas, pero ya en un río seco o con escurrimientos de aguas negras.
En los últimos tres años, el Instituto Municipal de Arte y Cultura, organizó eventos para rescatar la tradición, para lo que se utilizaron los espacios del Parque Bicentenario, donde se presentaban grupos artísticos y se habían habilitado espacios para la venta de alimentos y bebidas en forma muy organizada, todo ello con vigilancia a fin de mantener el orden.
Este año se suspendieron estas actividades debido al riesgo de concentrar cientos de personas en plena pandemia, pero para algunos celayenses, pero esto fue suficiente y aunque en reducida cantidad, acudieron a convivir como cada año.
