CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- Para los arrendatarios el que 200 de los 304 japoneses que residían en Celaya se hayan ido de la ciudad, ya sea por inseguridad o porque terminaron su trabajo temporal, ha tenido un impacto considerable económicamente, ya que dejaron de percibir entre 10 mil y 35 mil pesos al mes por cada renta que hacían, dinero que algunos utilizaban para pagar la casa que adquirieron como forma de inversión para rentarlas.
Inmobiliarios celayenses, quienes no proporcionaron su nombre por seguridad, coincidieron en que con la llegada de los japoneses vieron una oportunidad de invertir en una casa para rentárselas, es por eso que decidieron sacar créditos, ya que tenían la seguridad de que con los mismo recursos que obtenían de cada renta podían irla pagando, pero con la partida de los nipones se han quedado sin recursos para continuar con el pago.
Indicaron que los japoneses pagaban muy buenas rentas, además de que les interesaba rentar casas hacia el oriente y poniente de la ciudad, dependiendo los rangos, es decir, los de primer nivel rentaban al oriente de la ciudad y los del segundo nivel en el poniente.
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Aquellos que rentaban en el oriente lo hacían en fraccionamientos como el Campestre donde pagaban entre 30 y 35 mil pesos, en Compuertas de Campestre entre 20 y 21 mil pesos, Riveras del Campestre 20 mil pesos, Palma Real 17 mil pesos y Arboledas del Campestre 12 mil pesos.
Mientras que, el segundo nivel rentaba en fraccionamientos del poniente como Puertas de Piedra y La Cantera entre 10 y 12 mil pesos. Los inmobiliarios indicaron que la mayoría de las casas eran rentadas amuebladas.
De igual forma mencionaron que desafortunadamente en cuestión inmobiliaria Celaya se ha devaluado, es por lo que se está optando por ya no rentarlas amuebladas y bajar el valor de la renta, debido a que los precios en la ciudad resultan complicados de pagar por la inseguridad y porque muchos prefieren instalarse en Querétaro.
Uno de los arrendatarios mencionó que “algunos japoneses de Honda ya terminaron su trabajo de echar andar la planta, de capacitar, se regresaron a su país y eso nos impactó mucho económicamente”; mientras que otra aseguró que “a los que yo les rentaba se fueron a Querétaro porque en Celaya hay mucha inseguridad, eso me ha afectado mucho en mi economía”.
Por otra parte, el inmobiliario, Jesús Torres Ramos, refirió que algunos japoneses llegaron de algunas armadoras pertenecientes a otras partes del país, como Guadalajara, para aplicar sus conocimientos, dar capacitación, pero al terminar su ciclo se fueron a trabajar a otro lugar o incluso regresaron a Japón.
Asimismo, indicó que “la inversión aquí está, la gente sigue trabajando y ellos tienen inversiones en todo el mundo, no debe ser extraño para ellos el que estén en un lugar donde el crecimiento de la inseguridad es grande, porque tienen inversiones en lugares donde hay guerra como Irak, Irán, en todos lados, no es para ellos algo desconocido y algo que les pueda afectar dentro de las inversiones”.
Comentó que los nipones encontraron un acomodo en Celaya por logística, el área estratégica, en capacitación de la gente y en la forma cálida en la que fueron recibidos; mencionó que ellos siguen trabajando, además de que están comprometidos con la ciudad siendo solidarios con su inversión y las personas.
Al corte del 2019 la dirección de Desarrollo Económico de Celaya tiene un reporte por parte de la embajada de 304 japoneses residentes en la ciudad, pero hasta el momento la Cámara de Comercio aún no entrega el reporte de cuántos aún siguen en 2020; por su parte, el Cónsul de Japón en León, Itagaki Katsumi, dio a conocer que en poco más de un año emigraron 200 nipones de Celaya por inseguridad para instalarse en Querétaro.
