CELAYA, Gto.- Después de ocho horas de cirugía por trasplante de riñón realizada con éxito por especialistas del Hospital MAC, Celaya, las hermanas Paulina y Claudia Mendoza, donadora y receptora, respectivamente, se encuentran recuperándose favorablemente, por lo que la familia celebra que pronto las dos estarán en casa, donde padres, hermanos, primos y vecinos las recibirán, cuidadosamente, con los brazos abiertos.
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La cirugía inició a las ocho de la mañana del pasado sábado, ocho horas después ambas se encontraban en sus respectivas camas de recuperación, y por la mañana de este lunes las dos se encontraron y, entre lágrimas de felicidad, una a otra se dio las gracias.
La familia vive en la colonia Lagos. Paulina Abigail, de 31 años de edad, contadora pública, es la donadora; Claudia, de 34 años de edad, empleada, es la receptora y tiene un hijo de siete años de edad; y Virginia, la más pequeña, se ha dedicado desde un principio a conseguir documentos y realizar los pagos para tener todo en orden, además de cuidar al pequeño Ricardo.
“Yo nunca me había sentido mal, pero en la empresa donde laboro me mandaron hacer estudios de rutina, y ahí detectaron la insuficiencia renal crónica. Eso apenas en septiembre. La noticia impactó a la familia”, dijo Claudia y agregó que, por su hijo, su esposo y por ella misma, se propuso poner todo de su parte para recuperarse.
Paulina también dijo en entrevista que la noticia fue muy dura cuando supieron que era insuficiencia renal crónica, “porque nunca habíamos pasado por algo similar, pero gracias a Dios quedamos en buenas manos, aquí en el hospital MAC. El doctor nos tranquilizó al decirnos que íbamos a tener una vida normal, con la dieta necesaria”, añadió la donante.
Comentó que de los 20 primos de la familia, cinco levantaron la mano dispuestos a donar un riñón, pero el doctor, al ver que ella, Paulina, era la más interesada en donar, se le hicieron los estudios y fue apta para el trasplante.
“Acudí con varios especialistas, pero al final decidimos ir con la doctora Diana, porque nos la recomendaron y por eso llegué al hospital MAC, y se hicieron estudios y preparativos y el sábado entramos a cirugía, con total certeza a que todo iba a salir bien”, aseguró Claudia.
Reconoció la receptora que con el trasplante, tendrá más vida y de mayor calidad, pero también podrá dedicarse a su hijo, a su pareja, a toda la familia.
“Los doctores me dieron la seguridad de que mi vida iba a seguir siendo normal. En la cirugía estuvo todo el equipo necesario para el caso de algún contratiempo, pero todo salió adelante, sin problema alguno”, comentó Paulina acompañada de la tía Silvia Mendoza, y de la prima Liliana Carmona.
Reconoció que su determinación por donar un órgano fue a impulso del amor que le tiene a su hermana, porque además su hermana tiene un hijo de siete años que la necesita y por un doble motivo de amor entregó parte de su cuerpo, por su hermana, por su sobrino, por amor.
Comentó que con gusto llevará una vida sana, tomar agua, evitar los refrescos, el café, la sal, las carnes rojas, por lo menos durante los próximos seis meses, según el médico.
Con una sonrisa, expuso que después de la cirugía, le dan tres semanas para volver a su rutina en casa y en el trabajo, pero aseguró que a casi dos días de la operación se encuentra bien, un poco adolorida, pero bien de salud.
“No hay que cerrarse a dar vida, porque la vida sigue adelante, y más para nosotros que donamos. Invito a la gente a donar, porque es dar vida a alguien más que necesita para tener una vida de calidad”, dijo en su mensaje la donante Paulina.
En su recomendación a la población, Claudia, la receptora, invitó a que no se rindan, que sigan buscando a la persona que done un riñón, porque la donación es el gesto más amoroso de un ser humano que puede ofrecer para que la otra persona tenga una vida más plena.
Entre la voz recortada, Claudia dijo no tener palabras para agradecerle a su hermana el gran amor que le ha demostrado al donarle su riñón.
“Le agradezco por dejarme seguir teniendo más vida para estar con mi niño Ricardo. Le voy a estar agradecida siempre. Amo mucho a mi hermana, pero también agradezco a mis papás que han sido un gran apoyo en este momento. Mi otra hermana, la menor, se quedó a cargo de mi niño. La sangre nos une a todos como familia, pero ahora llevo un órgano del cuerpo de mi hermana, y la cuidaré mucho, y la voy a llevar conmigo siempre, con mucho amor”, concluyó.