CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- “Nos causa mucha tristeza que los adolescentes y jóvenes sean reclutados por el crimen organizado, las pandillas o grupos delincuenciales”, mencionó Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo de la Diócesis de Celaya, ya que todos ellos tienen un gran porvenir en el ámbito educativo, profesional, laboral y familiar, por tal motivo, anunció que para el próximo año se promocionará que después de que los menores de edad hagan su confirmación, tengan un compromiso social, cultural y ambiental para evitar que sean presa fácil para la delincuencia.
Este domingo se llevó a cabo la Jornada de Oración y se ofreció la misa por todos los menores de edad que son reclutados o utilizados por grupos delictivos. El Obispo Monseñor Aguilar Ledesma, mencionó que cuando los jóvenes caen en las garras de la delincuencia, lo primero que pierden es el ámbito familiar, el cual es muy necesario para el desarrollo humano.
También pierden el poder estudiar y prepararse para tener una profesión, un oficio que desarrolle su personalidad y contribuya al bien de la sociedad, además de que terminan convirtiéndose en un problema social, al hacer daño e incluso “nos pesa que tengan vidas muy cortas, muchos de los que mueren son jóvenes, tenemos muchos jóvenes muertos, en general hablamos de 18 a 25 años”.
Refirió que esto representa para la sociedad un golpe a la pirámide productiva, ya que la mayoría que va quedando son adultos mayores, y los pocos jóvenes que están estudiando y trabajando se les va a incrementar la carga de impuestos para alimentar a los mayores que ya no producen, pero que tienen muchas necesidades de servicios, apoyos, medicinas y seguro.
Anunció que en la Diócesis de Celaya, se impulsará una pastoral juvenil más intensa y vigorosa, donde se les incorporará en actividades lúdicas, recreativas, de arte, cultura y estudio, por ello, anunció que se tiene la intención de que a los jóvenes que salgan de la confirmación se les dé un acompañamiento social, ya sea de reforestación, de recolección de PET, en la participación de actividades sociales, culturales, que puedan participar en una banda de guerra, entre otras cosas.
Destacó que la Iglesia tiene todas las ganas, el empeño y la decisión de buscar a los adolescentes y jóvenes a partir de los 14 años para “reclutarlos para Cristo, no solamente es ofrecerles las actividades artísticas o sociales, sino también lo nuestro, lo que es propio, evangelizarlos, invitarlos a retiros”, a fin de ayudar a que cada vez sean menos los menores de edad que caigan en estas redes.
Refirió que una realidad que existe en la sociedad es que, aunque muchos papás tengan toda la voluntad de trasmitirles valores, están ausentes porque trabajan todo el día y en muchas ocasiones los hijos se quedan solos y aprenden lo que pueden en las calles.
Mencionó que otro factor ocurrió después de la pandemia, ya que muchos dejaron de aprender en la escuela, se desanimaron y fueron “carne fácil de cañón para muchos delincuentes, a muchos de ellos los reclutaron por la necesidad de recursos”.
Otro factor fue la falta de atención que les da la sociedad a los menores, por razones de todo tipo, como el conflicto generacional, porque se sienten incomprendidos, entre otras cosas, que provocan situaciones complejas, por tal motivo, dijo que es importante hacer un puente con ellos de lenguaje, de atención, de cultura y buscar una solución.
Comentó que la Iglesia trabajará en las actividades sociales, culturales y religiosas para hacerlos inmunes y protegerlos para que no caigan en las manos del crimen, también buscarán alianzas con Casa de la Cultura, el Conservatorio de Música, escuelas, universidades, empresarios y el gobierno para poderles ofrecer un mejor mundo.
“La preocupación más grave es que cada día están delinquiendo de edad más temprana, este es el tema, si ahorita ya estamos en 14-15 años, al rato vamos a decir que los niños también están en este problema”.
Finalmente, mencionó que es importante que todos estén alertas incluso con los niños, ya que muchos de entre 12 y 13 años ya han probado el alcohol y las drogas, y pueden ser presa fácil para los delincuentes.
