Ocupa México, segundo lugar de los países menos productivos de la OCDE

México enfrenta un gran reto, pues reducir la jornada laboral no debe significar menor productividad

Lynnett Rubio / El Sol del Bajío

  · martes 23 de abril de 2024

Fernando Arap, ex viceministro del trabajo en Chile, estuvo de visita en Celaya. | Foto: Cortesía

CELAYA, Gto.- Fernando Arab Verdugo, ex viceministro del trabajo en Chile durante el primer periodo de Sebastián Piñera, visitó Celaya como ponente en un congreso de relaciones industriales y habló sobre la segunda reducción de jornada laboral que entra en vigor en Chile el próximo 26 de abril y cómo supone que México debe enfrentar esta reforma a la Ley Laboral.

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Dijo que “el espíritu de esta ley, es que el trabajo se adapte a la vida y no la vida al trabajo”, sin embargo, no descartó que, ante la reducción de la jornada laboral, el trabajador busque otro empleo para generar más ingresos, situación que es imposible regular y con lo cual el objetivo de la reforma se perderá por completo.

Uno de los factores que consideró indispensables para que en Chile haya transitado sin sobresaltos la primera reducción de jornada laboral, tuvo que ver con la flexibilidad que se aplicó en su país, a fin de no afectar a los empresarios MiPyMES que son los que más lo recienten y quienes representan el 70% de empleadores, un fenómeno muy similar al de México, dijo que el ajuste debe ser progresivo para ellos, y que los que mejor se adaptan al cambio, son los grandes empresarios, pues la mayoría trabaja con triples turnos.

Recordó que el cambio fue gradual en Chile, una hora por año, primero de 48 a 45 horas comenzando en el año 2005 y hasta el 2008 y ahora la reducirán de 45 a 40 horas, pero igualmente será parcial, una hora por año, hasta llegar a las 40 horas en el año 2028.

Opinó que es importante que México observe lo que pasará en Chile para tomarlo como referencia y no cometer los mismos errores, ya que el cambio no se puede dar de forma drástica, reducir de 48 a 40 de una vez, provocaría desempleo.

Señaló que la clave para que la productividad no se vea afectada por la reducción de horas de trabajo, es que ésta medida no puede ir sola, debe ir acompañada de elementos de flexibilidad, por ejemplo, se puede establecer una jornada de trabajo promedio mensual en acuerdo con el trabajador, saliendo de la acostumbrada jornada semanal con horas fijas de trabajo, para migrar a la mensual que ya existe en países desarrollados, incluso extendiéndose a trimestrales o semestrales y las cuales están basadas en el cumplimiento de metas.


Visitó Celaya como ponente en un congreso de relaciones industriales. | Foto: Cortesía


En segundo lugar, mencionó que se debe permitir compensar horas extras por más días de vacaciones, incentivando la productividad, al señalar que México y Chile en este ámbito están mal calificados en el esquema mundial, ocupando México, el segundo lugar de los países menos productivos de la OCDE, mientras que Chile ocupa el quinto lugar.

Advirtió que ningún empresario puede mantenerse al margen de la normativa, ni siquiera por generar prestaciones emocionales o incentivos económicos, se debe cumplir en forma, reconoció que uno de los riesgos es el doble trabajo, y esto arruina la idea de darle al trabajador más descanso y sobre todo más tiempo en familia, sin embargo, es imposible sancionar a alguien por querer duplicar sus ingresos y trabajar más.

“Esta ley busca alcanzar el concepto de conciliación trabajo-familia, que el trabajo se adapte a la vida y no la vida al trabajo, ya que resulta vital para el bienestar, México tiene jornadas laborales muy extenuantes y trabajar muchas horas no significa que soy más productivo, hay que trabajar menos, pero mejor”, asentó el ex funcionario chileno.

Destacó que, para alcanzar estos niveles de productividad, el empresario debe implementar capacitaciones constantes, formación y educación de sus trabajadores, pero en ningún caso disminuir el salario solo porque la nómina esté tasada en horas y si trabaja una hora menos, ese costo se disminuya a su nómina semanal o quincenal, tal vez lo pueda hacer con sus nuevos empleados, aquellos que contrate después de aplicada la norma, pero nunca con los que ya tiene.

Se pueden quitar 15 minutos o media hora diario del horario de trabajo, para que la suma semanal o quincenal, dé las horas que se deben de trabajar con la reducción, dependiendo del tipo de trabajo, se puede migrar a una semana inglesa, y reducir las horas de los sábados”, manifestó Arap.

Finalmente reconoció que las nuevas generaciones se sienten atraídas al decidir por un trabajo, más por la ideología de misión y visión de una empresa que solo por el salario económico, “hoy les interesa más, si son amigables con las mascotas, si me dan home office dos días a la semana e incluso si son empresas sustentables”, los nuevos empleados prefieren la remuneración emocional y las ventajas personales de un empleo, que un mejor sueldo, por lo que dijo, no queda más que adaptarnos al nuevo estilo de trabajadores y buscar ser con estos perfiles, mucho más competitivos.