Obispo ordena a cuatro nuevos diáconos [Galería]

A los diáconos los encomendó a la Santísima Virgen María en su Inmaculada Concepción y quien es patrona del seminario

Ana Medina | El Sol del Bajío

  · miércoles 7 de febrero de 2024

Cuatro seminaristas fueron ordenados diáconos. | Foto: Ana Medina | El Sol del Bajío

CELAYA, Gto.- En la fiesta de San Felipe de Jesús mártir, fueron ordenados cuatro nuevos diáconos por parte de Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo de la Diócesis de Celaya, en el Seminario Diocesano. Durante su mensaje, se dirigió a José Alfredo Marcial Zúñiga, José Guadalupe García Ramírez, José García Ruelas y Juan Pablo Ruiz Ortiz, para explicarles que el servicio que ahora tendrán que desempeñar no solo se reduce a la predicación, ni al culto divino, sino que, también debe incluir, “de manera muy importante, el servicio a la caridad en la comunidad”.

➡️ Suscríbete a nuestra edición digital

Es decir, “la atención preferente ha de ser hacia los pobres, los enfermos, las personas mayores, los huérfanos, los hermanos que están privados de su libertad, las víctimas de las violencias, los migrantes, entre otros”, por lo tanto, les dijo que olvidarse de los pobres es “traicionar nuestra vocación y misión, es ser infieles al Evangelio, es no haber comprendido el Evangelio de Jesucristo, por ello, el Evangelio es el corazón de la caridad que ustedes realizan todos los días”.

Entérate aquí ➡ San Juan Bosco, utilizaba la magia para convertir los corazones de jóvenes a Dios

Mencionó que además de tener servicio a la caridad en la comunidad, el diácono también debe predicar el Evangelio, ayudar en el servicio del altar, realizar la celebración de la palabra y organizar la caridad eclesial. También les mencionó que ser diáconos no es un título de honor, ni una profesión para ganar dinero, ni un cargo y mucho menos una carga, sino un servicio, una vocación y una consagración.

También precisó que los diáconos aún no pueden celebrar la eucaristía, confesar a los enfermos, ni ungir a los enfermos, por tal motivo, exhortó a los párrocos a que no los pongan en el rol de las misas, “ellos están para ayudar al sacerdote”.

“Si te pagaron la intención de la misa debes ir, no puedes mandar al diácono, él te podrá ayudar, asistir, hacer la oración por el difunto, pero si tienes la misa de 15 años y no puedes ir, no mandes al diácono, porque la gente pagó una misa, no la celebración de la palabra. Respetemos los sacramentos y el orden que tenemos para ello y la función de los diáconos, el diácono no es un vicario. Dejemos que su proceso lo vivan, su madurez la alcancen y disfruten su ministerio diaconal”.

A los diáconos los encomendó a la Santísima Virgen María en su Inmaculada Concepción y quien es patrona del seminario y, pidió con la intercesión de San Felipe de Jesús, “que les conceda ser hombres de Dios y servidores de la comunidad, hombres de oración y cercanos al pueblo de Dios, oren mucho por el pueblo y sean sensibles a las necesidades”, también les pidió que se mantengan célibes para que se parezcan más a Jesús.

Cuando finalizó su mensaje, los ahora diáconos se postraron ante el altar, fueron bendecidos por el obispo, se les entregó la palabra y las vestiduras propias del diácono, como la “dalmática”, que es una vestidura exterior, el “alba”, que es una prenda larga de lino blanco que es utilizada en diferentes celebraciones religiosas, así como la “estola”, que se coloca desde el hombro izquierdo pasando por el pecho hacia el lado derecho del tronco, donde se sujeta.

Posteriormente, subieron al altar para asistir a los sacerdotes que concelebraban la misa y al finalizar, participaron en un convivio junto a todos los asistentes que se dieron cita en el lugar.