CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- “Por fin se nos acabaron las pesadillas de la incertidumbre, de que cualquier fulano podría venir y quitarnos nuestro terreno. Porque ahora, venga quien venga a reclamar, tenemos nuestro Título de Propiedad, y con eso, ni el diablo nos puede sacar de nuestro jacal”, dijo Jesús Celedón después de recibir un documento que le hizo sonreír serenamente.
Después de que 300 pobladores de las comunidades de Gasca y de El Becerro recibieron sus títulos de propiedad urbana, Celedón afirmó que toda familia siempre vive en una especie de pesadilla cuando no tiene en su poder el título de propiedad del lugar en donde vive, aunque tenga ahí mucho tiempo arraigado.
"A quien le tocó, pues le tocó la suerte de tener su terreno bajo el amparo de un papel oficial”, agregó entre la gente que también salía del Salón Ejidal de Gasca con el gusto de un destino seguro en un lugar propio.
“Ahora sí los nietos pueden seguir echando raíces”, agregó y dijo que le tocó un terreno de 380 metros cuadrados, que ha distribuido a sus siete hijos y a sus 20 nietos, todos contentos, porque nadie los podrá sacar de su casa.
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Por su parte, la señora Carolina López Rendón, quien tiene hijos, comentó que ahora ya tiene un documento con el que se pueda amparar y construir lo que quiera y cuando quiera, y como dueña también lo puede vender o dárselo a sus hijos.
Ahora voy a abrir la puerta de mi casa, y todo lo que ahí vea, respire y sienta, sabré que es de la familia y nadie nos lo va a poder quitar. Pero también mis hijos estarán contentos de saber que cualquiera puede construirSeñora López Rendón.
De igual forma, la señora María Elvira, dijo que sus cinco hijos y siete nietos por fin podrán estar tranquilos de contar con el Título de Propiedad, porque siempre, en las tardes de comida, no faltaba el comentario que amargaban los alimentos porque traía el susto por la falta de un documento.
“Mi espacio es pequeño, seis por ocho, pero para mí es como nuestro pedazo de paraíso, porque ahí se han estado echando raíces desde hace años; y ahora con más gusto”, aseguró mientras apretada su documento con su pecho.
Ángel Beltrán dijo tener tres hijos, y su familia joven ya iba a poder crecer con toda tranquilidad, salir y entrar a casa sabiendo que es parte de su herencia que les dejará.
No hay como dormir con la tranquilidad de saber que la casa es nuestra, que tenemos los papeles, porque antes, hasta en los sueños nos veíamos en otro lugar, y despertábamos con el miedo de que el terreno no era nuestro. Pero ahora ya podemos dormir tranquilos porque tenemos nuestro Título de PropiedadÁngel Beltrán