CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- El Obispo de la Diócesis de Celaya, Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, dijo estar de acuerdo con que los alumnos regresen de manera presencial a las clases, siempre y cuando se tomen en cuenta las recomendaciones de la Secretaría de Salud y las escuelas tengan las condiciones para ingresar, ya que asegura, muchos no tienen los medios para acceder a las clases en línea y su aprendizaje frente al televisor no ha sido de buena calidad.
Mencionó que la educación no solo consiste en que se les dé información, instrucción, ni que aprendan técnicas, ni modos de trabajar, ni de ganar dinero, “eso solo es una parte, lo más importante es educar el corazón de la juventud para hacerlos buenos hijos de Dios y buenos ciudadanos de nuestra patria”.
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Comentó que aun en tiempo de pandemia hay que poner todo el empeño y los mejores recursos a la educación, ya que para muchos, el pasado ciclo escolar fue un tiempo el cual no podrán reponer, debido a que no tienen conectividad, computadoras para cada hijo, e incluso algunos no tienen ni para pagar la luz, “imagínate la educación cómo está”.
Destacó que es importante que los alumnos tengan al maestro presente, ya que cuando están recibiendo clases frente al televisor no tienen el mismo aprendizaje, debido a que no hay quien les revise lo aprendido.
Indicó que si se está de acuerdo con el regreso a clases de forma presencial se necesita la participación y colaboración de los tres órdenes de gobierno, la Secretaría de Educación Pública, las Iglesias, los padres de familia y las organizaciones civiles para estar al pendiente de cómo enviarlos y en qué condiciones.
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Además considera que el regreso a las aulas no debe ser generalizado porque será conflictivo y se tendrían más problemas que beneficios, sino que debe darse de forma gradual, es decir, que de a poco las escuelas se vayan integrando a la modalidad presencial, y mientras lo hacen, vayan aprendiendo de las escuelas piloto que empiecen primero.
“Dentro de la dificultad tenemos que aprender la nueva forma de vivir y educarnos en tiempo de pandemia. Que Dios nos ayude y que todos colaboremos en esta noble, aunque difícil misión de seguir educando a la juventud”, concluyó.