CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- La Navidad es una época para reanimar la vida, la fe y el amor a Dios, sin embargo, actualmente debido al consumismo que se vive en la sociedad, las personas han olvidado el verdadero significado sobreponiendo a su valor espiritual, el valor económico y comercial, por lo que, “a muchos de nosotros nos deja más insatisfechos y llenos de tristeza que antes”, aseveró el padre José Natanael Torres García.
El sacerdote explicó que “el mundo que nos está tocando vivir, es un mundo de prisas, de rutinas y de vacío interior. Vemos a muchas personas andar de un lado a otro sin detenerse, moviéndose en un patrón fijo de conductas y acciones tan mecanizadas, de su casa al trabajo y del trabajo a su casa”.
“Muchos actuamos como robots y ya ni siquiera nos damos cuenta de que pasan los días, de que ya no se habla con los hijos y por lo tanto ya no se les conoce, de que el matrimonio anda mal, de que nuestras vidas reclaman algo más que dinero, bienes materiales o emociones fuertes”.
Destacó que uno de los grandes aciertos del magisterio del Papa Francisco, es precisamente enseñar que la fe cristiana no es creer en una idea abstracta y vacía de contenido, tampoco es un cúmulo de normas y costumbres que sólo tienen sentido para quienes viven dentro de la Iglesia.
“Ser creyente es poner los pies en la tierra, cada vez más conscientes y sensibles de nuestra realidad y de quienes nos rodean, asumir la historia con todos sus matices y emprender un camino de renovación y de cambio que comience por cada uno de nosotros”.
CONSEJOS PARA PREPARAR LA NAVIDAD
Por tal motivo, dijo, el Papa propone a los creyentes y no creyentes un itinerario de renovación y seguimiento en esta Navidad, a fin de que se comience el año con un proyecto de vida cuyo centro de gravedad sea la madurez, tanto humana, como espiritual, empezando con gestos muy concretos que, aunque pueden parecer insignificantes, pueden marcar la diferencia para alguien más.
Lo más importante, destacó, es reconciliarse con Dios, aceptarlo en el corazón, lo cual no requiere de un esfuerzo difícil, sino de sólo abrirse a su misericordia y de dejarse amar por Él. “Romper con esa indiferencia espiritual implica violentar el propio egoísmo y salir de esa burbuja de debilidades que no nos permite crecer y hacer aquello que ya habíamos dejado atrás por nuestras desidias”.
“El confesarse, ir a misa y comulgar, aunque el mundo quiera imponernos la idea de que las cosas espirituales son inútiles, hoy nos percatamos de las graves consecuencias de esta manera de pensar al interno de la comunidad”.
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También destacó que es importante reconciliarse con los demás, despojarse el orgullo o del temor que impide la reconciliación con alguien, ya sea de la familia, algún vecino o conocido, ya que ni las cosas materiales o los conflictos valen más que la relación con los otros, debido a que la vida es tan corta y el juicio de cada uno está cercano.
“Es el momento de cortar de tajo con los odios y salir a pedir perdón por los errores, nada es más cristiano que esto. También hay que hacer obras ordinarias que a los ojos de Dios son extraordinarias, quizá nunca has visitado a un enfermo, fuera de alguien que te haya tocado atender en tu familia o compartir con alguien necesitado, porque hacer caridad no es dar lo que sobra o lo que ya no se quiere, sino de aquello mismo que nosotros utilizamos para vivir, de lo que comemos, de lo que vestimos”.
“Hoy puede ser ese día para que te decidas salir a hacer algo diferente, a encontrarte con alguien que sufre, que está desanimado, que vive una dificultad en la que necesita de tu apoyo. Además de un mensaje o una llamada a esa persona que reconoces en una dificultad, puede hacer de esta Navidad un año completamente diferente”.
HAY QUE DEJARSE ABRAZAR POR EL AMOR DE DIOS
Por otra parte, dirigió un mensaje a aquellos que están llenos de tristeza, por un problema o una pérdida, y a los que pasarán estos días en soledad, que se sienten deprimidos y que incluso tienen pensamientos que pueden atentar contra su propia vida, para que sepan que “siempre al final del túnel está la luz”.
“Todo problema y sentimiento es pasajero y lo único que prevalece son las cosas buenas de esta vida y sobre todo Dios. Ojalá se dejen abrazar por el amor del Señor que viene a buscarlos como un niño pequeño, y ver que nunca están solos, sino al contrario, que Dios, día con día, se encuentra con ustedes en la calidez de un rayo de sol, en el amor de sus familias, y en estas palabras, por las cuales, el Señor te dice, que está contigo para siempre. Feliz Navidad”, finalizó Torres García.