VILLAGRÁN, Gto. (OEM-Informex).- Para los agricultores de temporal no es recomendable sembrar en seco o con la primera lluvia del año ya que es garantía de pérdida de la semilla, que no se desarrollará por lo caliente del suelo y se perderá la inversión.

Así lo manifestó el presidente municipal de Villagrán y productor agrícola Juan Lara Mendoza, quien comentó que ni siquiera la primera precipitación garantiza que haya humedad suficiente, “hay que esperar a que el suelo esté bien húmedo, a las dos o tres lluvias”.

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“Los que sembramos de temporal esperamos a que llueva, porque sembrar en seco significa que de repente caiga una lluvia y ya no haya otra y con ello se pierde la germinación de la semilla, y también la inversión”, dijo.

De por sí la semilla de maíz sería una pérdida enorme ahora que anda cerca de los cuatro mil pesos el saco y en el caso del sorgo anda cerca de los dos mil pesos.

“Lo recomendable es sembrar hasta que ya haya humedad suficiente que garantice la germinación, hasta que ya hayan caído dos, tres, cuatro o cinco lluvias, cuando ya se tengan unos 25 o 30 centímetros de profundidad la humedad en el suelo y se garantice que va a nacer bien el cultivo”.

“Hay ocasiones que llueve y apenas hay unos cinco centímetros de humedad, luego deja de llover y en cinco o seis días se seca totalmente de nuevo por el calor de la tierra”, explicó.

“Es mucho riesgo, más vale sembrar a la segura y hasta que se estabilicen bien las lluvias”.

Estimó que el temporal se va a dar por el mes de julio, en ocasiones llueve en mayo pero es riesgoso, ahorita es muy caro sembrar, antes no porque se usaban los maíces criollos, ya que los abuelos dejaban su semilla de la misma cosecha para el autoconsumo y no pasaba nada, “si se secaba volvíamos a sembrar, hoy el gasto es enorme”.

Agregó que los maíces criollos ya solo sirven para el autoconsumo, “si queremos entrarle al mercado tenemos que usar maíces híbridos, actualmente el maíz de temporal anda con un rendimiento de dos a tres toneladas por hectárea en el caso de los criollos, que se pueden dar en 100 días pero con baja productividad, los híbridos duran hasta siete meses en desarrollarse pero dan de siete a nueve toneladas en temporal y de 10 a 14 toneladas la hectárea, en el caso del riego.