CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Con la finalidad de crear un espacio para que las personas invidentes puedan desarrollar sus habilidades intelectuales y académicas, desde 2013 en Celaya se abrió CAED Celaya (Bachillerato para Personas con Capacidades Diferentes), donde actualmente se atienden a 140 alumnos, de los cuales 23 tienen discapacidad visual y ceguera total.
Juan Gerardo Morales Bermúdez, encargado del aula CAED, explicó que la escuela tiene la modalidad de bachillerato abierto con horarios flexibles, en el que se reciben a las personas de todas las edades. Actualmente, trabajan con alumnos que tienen discapacidad visual, auditiva, intelectual, psicosocial y motriz.
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“La escuela es semi-escolarizada, es decir, los estudiantes no acuden todos los días, ni tienen un horario fijo, sino que se les deja trabajo en casa y tareas. Cuando acuden a clases, éstas generalmente están basadas en las dudas que tienen”.
En cuanto al plan de estudios, dijo que cuentan con un plan de 22 módulos, que representan una materia, la cual finalizan de dos a cinco meses, dependiendo el tiempo del alumno. “Lo máximo en que los estudiantes pueden finalizar el bachillerato son dos años, pero pueden durar todo el tiempo que necesiten”.
De igual forma, destacó que se cuenta con una modalidad de acompañante, que consiste en que un alumno con discapacidad puede llevar a un familiar para que lo acompañe y puedan estudiar juntos.
IMPRESORA EN BRAILLE
Asimismo, destacó que en el lugar cuentan con una impresora en braille que imprime en hojas especiales las lecturas para que los débiles visuales y los ciegos puedan leer y estudiar sus materias, sin embargo, destacó que con la tecnología actual, algunos optan por usar las aplicaciones de sonido, de lectores de pantalla y las grabaciones que ofrecen los celulares, computadoras, Tablets, entre otros.
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TESTIMONIOS
Debido a los problemas de embarazo de su mamá, hace 23 años Héctor Jonathan Medina Soria, nació de manera prematura a los seis meses de gestación, debido a esto, se le diagnosticó con ceguera total, situación que no le ha sido difícil “porque así nací y aunque a veces paso ratos dulces y amargos, puedo decir que me encuentro bien”.
Mencionó que las principales dificultades que vive son la falta de accesibilidad de las calles, así como la inclusión laboral, y “al no poder conseguir un trabajo, fue que decidí convertirme en comerciante, pero hasta el momento no he conseguido tener un lugar fijo. También soy cantante y me gusta amenizar eventos”.
Indicó que tiene dos hermanos que lo apoyan mucho y destacó que lo que más le gusta hacer es aprender cosas nuevas, la música, la radio y la locución, por lo que, espera que al terminar su bachillerato pueda estudiar la carrera de comunicación.
Por su parte, Juan de Jesús López de 23 años, mencionó que nació a los seis meses y medio de gestación y le diagnosticaron ceguera. Coincidió en que no ha sido difícil para él adaptarse a la comunidad, ya que se acostumbró a las dificultades que tiene que enfrentar, tal y como las avenidas grandes o la falta de semáforos parlantes.
Indicó que estudió guitarra en el Conservatorio de Música y Arte de Celaya, pero debido a la falta de recursos económicos tuvo que dejar el bachillerato, sin embargo, eso “no me detuvo para seguir adelante. Me gustaría estudiar la universidad, aun no decido qué, pero sea lo que sea, lograré cumplir mi sueño”.
RECOMENDACIONES A LA POBLACIÓN
Finalmente, ambos jóvenes coincidieron en que no basta con querer ayudar a los ciegos o débiles visuales, sino que hay que saber cómo ayudar. “La seña universal que tenemos para pedir ayuda es golpear el bastón blanco en el suelo para hacer ruido”.
“También es importante que antes de ayudarnos nos pregunten si requerimos la ayuda, porque a veces estamos esperando a alguien afuera de un negocio y nos llevan porque piensan que queremos cruzar la calle y eso nos pone en peligro”.
Finalmente, destacaron que esperan que este Día del Bastón Blanco la gente se concientice, para que todos puedan vivir en armonía e inclusión en la sociedad.