CELAYA, Gto.- Fortalecidos por la fe, más de 50 mil peregrinos recorrieron tramos de 15 kilómetros para llegar al altar de San Judas Tadeo, en la comunidad de La Concepción, y cumplir con su ofrenda por uno o varios milagros recibidos.
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Muchas familias llevaban en brazos o sobre los hombros la figura del santo, patrono de los casos difíciles, y a paso lento recorrieron desde Celaya hasta la ermita que tienen más de 30 años de construida.
Desde antes de la salida del sol, los feligreses tomaron el camino de la fe, de Celaya o de Comonfort a dicha comunidad, y en varias ocasiones se detuvieron para tomar agua o descansar.
La larga fila de vehículos hasta de dos kilómetros, fue la señal de que están cerca, y a medio kilómetro antes ya están los puestos de fruta, aguas de sabor, frituras, así como gorras y paraguas para sentir menos pesado el sol.
A lo largo del camino, como cada año, miles de personas caminaron acompañándose unos a otros.
A pocos metros del destino, también se encontraban camionetas de familias de buena voluntad que regalaban comida a los peregrinos, algunos entregaron tortas de jamón, otros tacos de carnitas y hasta hubo la repartición de platos con frijoles, arroz y chicharrón en chile rojo.
Hubo necesidad de hacer fila para llegar a la capilla, pero la fe daba las suficientes fuerzas y paciencia para esperar bajo el sol, llegar a la imagen, orar en silencio, cumplir con la manda y dar gracias por el milagro.
Una gran cantidad de feligreses asistieron a misa de ocho de la mañana, diez y una y media de la tarde, esta última ofrecida por el obispo de la Diócesis de Celaya, Víctor Alejandro Aguilar Ledezma.
El regreso, para muchos, representó el mismo voluntario sacrificio, y en plática amena entre familiares el camino se hizo corto.
El día dedicado al camino de la fe, continuo en casa, colocando la imagen de San Judas Tadeo en el altar, en donde se le prendieron veladoras y se colocaron ramos de flores, signos de amor y de fe.
