CELAYA, Gto.- (OEM-informex).- Entre cruces, lápidas y tumbas se mantiene viva la memoria de hombres ilustres que han dejado un legado cultural en la historia de Celaya, y que ahora, a pocos días del 131 aniversario del Panteón Norte, un recorrido a paso lento para reconocer con gusto que a través de sus obras siguen entre nosotros, pero sobre todo para no olvidar nunca que en el camposanto también se encuentra parte de las raíces de los celayenses.
El titular del Museo de Celaya, Historia Regional, Rafael Soldara Luna, informó que, según el registro civil, se sabe que el primer entierro en el Panteón Norte, sin haber sido inaugurado todavía, fue el de la difunta María Trinidad Vázquez, quien murió de sífilis en el Hospital Municipal de Celaya, a las 11:30 de la mañana del jueves 18 de septiembre de 1890.
El músico Secundino González Sánchez vivía en la casa marcada con el número 5 de la calle Guadalupe, y murió de anemia cerebral el 5 de octubre de 1890, cuando tenía 28 años de edad, y fue el primer entierro con el que se inauguró oficialmente el Panteón Municipal Norte de Celaya.
TUMBAS DE ILUSTRES
Abigail Carreño de Maldonado (1921-2006), cronista de Celaya; Alfonso Sierra Madrigal (1896-1945), poeta, y sus cenizas se encuentran dentro de la capilla del Panteón; Antonio Escobedo Martínez (1862.1890), militar, hijo del general Mariano Escobedo; Crisóforo Guevara (1874-1942), presbítero, docente y benefactor de Celaya); Enrique Colunga Meade (1877-1946), licenciado y Constituyente.
Eusebio González y López (1830-1893), empresario de la benefactora Emeteria Valencia; Francisco j. Navarro (1858-1914), músico, intérprete y compositor. Fundador de la Banda Municipal de Celaya; Francisco Juárez (1859-1923), docente, y una de las avenidas lleva su nombre; Ignacio Lazarrañaga (1818-1879), coronel y ex combatiente en las guerras contra la intervención extranjera norteamericana y francesa en México, y es la tumba más antigua del Panteón Norte.
José Inocencio Cabrera Álvarez (1862-1932), fotógrafo de estudio, sucesor del pionero Miguel Rodríguez; José Nieto Piña (1886-1937), el teatro de la Universidad de Celaya lleva su nombre; Liborio Crespo (Muere en 1925), poeta; Manuel Concha Quintanilla (1857-1949), licenciado, cronista y benefactor; Manuel Silva Esparza (1900-1934) poeta y periodista.
Nemecio Ponce (Murió en 1948) introdujo la telefonía a Guanajuato; Ramón García Garibay (1867-1934) docente y fundador escolar, una de las escuelas secundarias lleva su nombre; Rosa González de Carmona (1899-1984), profesora y fundadora de la primera Escuela Normal de Celaya, primera mujer del Estado de Guanajuato graduada en Leyes, y un colegio lleva su nombre.
Silvano Ramos (Murió en 1943), compositor e intérprete, autor de “Allá en el rancho grande”; José Valentín Mancera Sánchez (1860-1882) el llamado “bandido generoso”, porque, como el Chucho el Roto, robaba a los ricos para darles dinero a los pobres; era originario de San Juan de la Vega, y fue temido por las autoridades porque en repetidas ocasiones se llegó a fugar de la cárcel. Cuando muere, tanto era la fama de fugitivo, que su tumba, a diferencia de todas las demás, fue construida con la particularidad de una forma semi piramidal, sin puertas ni ventanas, con la idea de que así su alma no podía escapar.
Salvador Zúñiga Cardona (1899-1971), maestro en artes plásticas, promotor y productor de las artes visuales, fundador en 1930 de la primera Escuela de Artes Plásticas en Celaya, a quien en 1962 se le asignó el Ex Convento Agustino para ser conocido como el Centro Regional de Cultura “Francisco Eduardo Tresguerras”. Una de las galerías de la Casa de la Cultura lleva su nombre.
