SAN MIGUEL DE ALLENDE, Gto.- Un gran ejemplo de dedicación al trabajo y al hogar es la de estas mujeres mamás que día a día salen a las calles a servir a la ciudadanía sanmiguelense sin saber si regresarán, pero su principal motivo de inspiración y seguir adelante son sus hijos.
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Cada una de ellas, siendo elementos de Tránsito, Policía, Protección Civil, Dirección de limpia del municipio o paramédico de Cruz Roja, todas tienen en común ser mujer y ser mamá, salir a trabajar en diferentes horarios para que San Miguel de Allende esté protegido ante cualquier eventualidad o en otro caso limpio, pero todas con el mismo propósito ser mejor cada día para sus hijos.
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María Guadalupe Guerrero Ramírez es elemento activo de la coordinación municipal de Protección Civil, comentó que ella empezó en la época de pandemia a trabajar en los filtros sanitarios dentro de la corporación, después se tuvo que capacitar más y eso es parte de lo que a ella se le hace interesante de este lugar, que no deja de aprender.
Agregó que su familia le ha comentado que se cuide mucho, que le eche muchas ganas y que aproveche este momento en este trabajo. Ella tiene tres hijos uno de 10 años, otro de 23 y otro de 24 años, mismos que me preguntan siempre cómo me fue, les llama la atención de lo que hago, y si ellos quieren pues que enfrentan también a Protección Civil.
Comentó que lo difícil de ser mamá y ser parte de está coordinación es el tiempo para poder estar en la familia, aunque cuando uno se organiza puede uno estar en sus tiempos libres en familia, aunque sí es mucho el tiempo que estás dentro de la coordinación.
Expresó Guadalupe, “hay que aprender a dividir, al primer servicio que fui hubo una niña que falleció y eso me dolió muchísimo, pensé en mi hijo más pequeño, pero eso me ayudó a seguir esforzándome y aprender muchísimo más, actualmente también estudio enfermería y me dan ganas de seguir aprendiendo y querer superarme más”.
Finalizó que este día de las madres la pasará en familia, ya que es un día que el municipio les da para poder estar en casa con su familia.
Ofelia López Páramo ella es elemento de la corporación de Seguridad Pública (policía municipal) que lleva 10 años en el servicio, e indicó que se siente muy contenta y orgullosa de pertenecer a la corporación, como madre ha sido una experiencia muy bonita el poder hacer partícipes a mis hijos de la vida de policía, mostrarles y darles un ejemplo como mamá, compañera y amiga.
“Tengo cinco hijos, tres menores de edad y dos mayores, mis hijos se sienten muy orgullosos y contentos, de hecho tengo un hijo que al ver mi trabajo y al ver lo que se realiza como elemento de Seguridad Pública lo que uno aporta a la sociedad, el decidió y ahora también pertenece a Seguridad Pública”, expresó Ofelia.
Agregó que otra de sus hijas que es menor de edad, uno de sus sueños es ser policía por que admira el trabajo de la policía y a las mujeres que tienen el valor de ser madres, elementos de seguridad y quiere seguir el ejemplo ya que le ha expresado que quiere ser parte de las mujeres que apoyan y aportan a la sociedad.
“Como mamá es una satisfacción el día a día llegar a ver a mis hijos que me reciban con el gusto y la satisfacción de poder estar con ellos, platicarles lo que hago, el orgullo de poder aportar y haber hecho algo por los sanmiguelenses”, dijo Ofelia.
Finalizó diciendo que ella como mamá siente el temor de la decisión de sus hijos al ser policías porque reconoce y ha vivido lo que es el riesgo, lo que implica ser policía, pero asegura que aun así los apoya y le da gusto que tengan ellos la decisión.
Azucena Ponce Ramírez, primer oficial en Tránsito Municipal y encargada del área de cultura vial y prevención de accidentes, expresó que desde chica conoció el área de tránsito en la escuela en un evento lo que le llamó la atención y atrajo el poder servir y ayudar a la gente, brindarle toda la información posible para que se puedan defender y valer por sí mismos, creo que es algo muy importante
“El hecho de ser madre es algo muy complejo, es algo muy difícil para todas las que somos mamás y papás al mismo tiempo y que necesitamos un trabajo para poder sacar a nuestra familia, es algo muy reconfortante y maravilloso el ver que tus hijas admiran lo que haces, el que buscan el ayudar a los demás siguiendo tu ejemplo, el hacer las cosas correctas viendo lo que tú haces día con día es lo que más reconforta”, dijo Azucena.
Además agregó que el trabajar en esta área y en la dirección ha sido una experiencia muy grande para ella, en donde día a día vive cosas diferentes y que se ha dado cuenta que puede ser la diferencia para cambiar su entorno y cuando se da uno cuenta, volteas a ver que tus hijos van por ese camino, cree que es lo más gratificante y lo más valioso que puede tener en este mundo.
“Lo más difícil es que tristemente no puedes estar con ellos en todo momento, no eres mamá al 100 por ciento, te olvidas de las cuestiones escolares, eventos sociales, el que no los puedes acompañar en cosas, quizás para nosotros pequeñas, pero que para ellos son sus logros que a lo largo del tiempo es muy grande, pero al estar unidos y al pasar el tiempo con ellos y que entienden tu trabajo eso lo levanta”, expresó Azucena.
Indicó que sus hijas siempre han estado de la mano acompañándola en su trabajo desde pequeñas, pero entienden su trabajo, les gusta y que estén con ella en alguna actividad y que vean que ayudo y apoyo a la gente, ellas se unen y se suman en esto y compensa el poco tiempo que está uno con ellas.
Finalizó “tengo tres hijas, y ellas me han acompañado durante estos 24 año en la Dirección de Tránsito, mi hija mayor, tiene 23 años, la otra tiene 9 años al igual que soy abuela, tengo que va a cumplir 5 años y un nieto que tiene 5 meses, y es algo muy reconfortante el ver con el paso de tu trabajo y el crecer como persona has crecido como madre y que les has podido brindar los principios y valores más importantes en su vida·.
María Josefina Nolasco Cruz, del Departamento de Limpia, dijo que tiene cuatro hijos dos hombres y dos mujeres, expresando que le gusta su trabajo, aunque hay fechas muy pesadas donde los eventos son de madrugada y es cuando están casi todo el día, pero depende del evento.
“Con mis hijos convivo con ellos en las tardes si no nos llaman a cubrir eventos, pero ellos saben que no es diario, además tenemos una buena relación, aunque a mi hijo más grande no le gusta que trabaje aquí, yo creo que por la edad necesita que uno esté más tiempo, pero hay que trabajar para que ellos estén bien, este 10 de mayo el mejor regalo es que estemos juntos ya que para mi son todo”, expresó María.
Viridiana Gutiérrez, técnico en Urgencias Médicas en la Cruz Roja, dijo que desde hace 16 años, está aquí porque admiraba a sus compañeros cuando yo los veía en la calle, agregó que cuando estudiaba pedagogía estaba haciendo su tesis y quiso hablar de algo diferente, y como la prevención de accidentes en las escuelas y por eso visitó bomberos y Cruz Roja.
Aseguro “el estar acá me hace feliz y mi inspiración para echarle cada día más ganas son mis hijos, yo trabajo 24 horas en otro lugar donde también soy paramédico y además estar acá, requiere de organizarme, para poder también estar un tiempo con mis hijos, tengo un hijo varón, una hija y otra adoptada”.
Dice que aunque trabaja todo el día no puede dejar de llegar a casa a seguir trabajando como el hacer de comer, lavar, ahora si que las labores del hogar y ayudarle a su hija pequeña con su tarea, intento cuando no está, se comunica con ellos por videollamadas, les escucho y platicamos de su día.
“Cuando puedo voy por mi hija a la escuela ya que no tengo una rutina específica para ser mamá y trabajar, pero a veces me acompaña aquí a Cruz Roja o a veces me escapo un ratito a verlos, los domingos que descanso salimos, o nos quedamos en casa, pero disfruto estar ese momento de calidad con ellos”, expresó Viridiana.
Finalizó diciendo que siempre le piden que se cuide y trata de hablar con ellos abiertamente de todo lo que pasa tanto en su trabajo como con ellos, “a mi hija no le gusta mucho esta parte no creo que siga mis pasos, a mi hijo si le gusta pero él decidirá si quiere, y mi hija adoptiva está feliz de que yo sea feliz, sabe que este trabajo me hace sentir poderosa e independiente, fuerte y segura, que lo que estoy llevando a mi casa es honrado y tengo la bendición que me pagan por hacer algo que me gusta mucho”.
Todas coinciden que el arduo trabajo que realizan al ser mamás y llevar un ingreso a casa es complejo, pero no difícil, ya que su principal motor para salir día a día a la calle a trabajar son sus hijos, siendo mujeres valientes en la calle y en casa.
