Los misterios que encierra la Casa de la Cultura de Celaya

Se realizó el primer recorrido nocturno del año

Nayely Martínez / El Sol del Bajío

  · sábado 16 de marzo de 2024

Las instalaciones de la Casa de la Cultura fueron sede para la realización de esta actividad. | Fotos: Nayely Martínez / El Sol del Bajío

CELAYA, Gto.- Teniendo como escenario principal la reconocida Casa de la Cultura, se llevó a cabo el recorrido nocturno por este edificio, en donde decenas de asistentes participaron escuchando las diversas historias que han ocurrido al interior de este lugar, además de llevarse uno que otro susto en su trayecto y apreciar la interpretación de algunos actores celayenses.

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A partir de las seis de la tarde, decenas de personas se reunieron en el anexo de la Casa de la Cultura, en donde se hizo una división de dos grupos para disfrutar de una manera más ordenada el recorrido por las instalaciones de este edificio que guarda muchas historias durante desde su creación.

Al inicio del recorrido, dos guías Integrantes de la guardia real del monasterio agustino con vestimentas acorde a la época en donde comenzó esta construcción, salieron a recibir a ambos grupos para darles una breve explicación sobre la actividad y lo que estaban a punto de apreciar al interior, posteriormente se contó la historia sobre lo que era anteriormente el monasterio agustino, y que es uno de los edificios más antiguos de Celaya teniendo cerca de 453 años de ser construido dentro del primer cuadro de la ciudad.

El guía, acompañado de su farol de mano, explicó a los presentes que lo que ahora se conoce como la Casa de la Cultura comenzó a construirse el 1 de noviembre de 1609, lo cual la convierte en uno de los edificios más antiguos, ya que se tuvo antes que la comunidad de Rincón de Tamayo.

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Cuando se comenzó a construir el edificio fue con la intención de que los monjes agustinos vivieran en este sitio, pero como no encontraban donde construir su edificio comenzaron a buscar en el centro de la ciudad.

EN MEDIO DEL PANTANO

Dio a conocer, en una semblanza pausada y llena de misterio, que la Casa de la Cultura fue construida en ésta, que es una zona pantanosa, por lo que comenzaron recubriendo el pantano para que el piso estuviera firme, y lo que es el patio en el anexo era la huerta de los monjes donde sembraban fruta, hortalizas y diferentes alimentos.

Manteniendo el misterio y avanzando con uno de los grupos de personas, el guía explicó que en el lugar donde se encuentra el Mercado Hidalgo era una cripta subterránea en donde anteriormente depositaban los restos de los monjes agustinos; es decir, cuando moría un agustino se dejaba el cuerpo secar de manera natural, posteriormente guardaban las osamentas en sacos de manta y los depositaban en estas criptas, aunque años después, cuando se remodeló la construcción, al entrar las máquinas se encontraron restos; sin embargo se revolvieron entre piedras y arena, por lo que se quedaron en la construcción del emblemático edificio.

Dentro de esta explicación mencionó que años después, con las leyes de Reforma se separó la iglesia del gobierno y el edificio se lo quitaron a los monjes siendo así expulsados del lugar, y los gobernantes lo utilizaron para hacer la primera imprenta en Celaya, construyendo también algunos sótanos en donde se guardaba el dinero; sin embargo, estos sótanos fueron clausurados tiempo después.

MUROS QUE ENCIERRAN LEYENDAS

El recorrido continuó por alguno de los foros existentes de la Casa de la Cultura, en donde un general de la época recibió a los asistentes, y con una explicación bastante peculiar se dio a conocer que el foro era un paredón en donde fusilaban a los enemigos del ejército durante las batallas de Celaya, y de esta manera, con una peculiar presentación de danza aérea en telas, fue como el general explicó lo sucedido en este lugar.

Minutos después, los asistentes recorrieron diversas salas, en donde caminaban únicamente acompañados por la lámpara del guía y una que otra veladora encendida en el suelo del edificio. Entrando a un foro más, los asistentes presenciaron una cena entre los monjes, quienes invitaron a sentarse a su mesa a los participantes, interactuando entre personas y actores, quienes compartían un espacio lleno de velas y algunos alimentos, explicando cómo era que convivían en el lugar en años anteriores.

Recorriendo el segundo piso, los asistentes subieron más escaleras que se alumbraban solo con veladoras, para continuar con la experiencia en el segundo piso de este icónico edificio, llegando así a uno de los pasillos en donde se dice que existe el cadáver de un monje en las paredes mejor conocido como la historia del “emparedado”, monje que por sus malos actos fue sepultado vivo en las paredes de la Casa de la Cultura, por lo que se cuenta que estas paredes vibran en algunas ocasiones, lo que asusta a quienes acuden a clases o talleres del lugar.

Luego de esta explicación, en el recorrido, los partícipes son testigos de la interpretación de una escena, y cubiertos de efectos especiales y de una interpretación dramática se explica la muerte de un menor quien fue parte de los cimientos de este edificio.

Posterior a esta escena se recorren algunos otros espacios de la Casa de la Cultura, con explicaciones sobre almas en penas que aún se hacen presentes en sus pasillos. Y luego de casi dos horas de recorridos, éste culmina a la entrada del anexo de la Casa de la cultura, mencionando que estos recorridos se hacen pocas veces en el año, teniendo gran respuesta de los celayenses.

Por lo que invitaron a las personas a estar al pendiente de las redes sociales de la Casa de la Cultura para que se enteren sobre los próximos recorridos nocturnos.