CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Con el objetivo de agradecer a las deidades por el inicio de un nuevo ciclo agrícola, así como para pedir a la madre tierra por un año productivo y por las buenas cosechas, la tarde de ayer se llevó a cabo el ritual de equinoccio de primavera, en el jardín principal, por parte del grupo de Danza Garra, del Instituto de Arte y Cultura de Celaya.

Desafortunadamente ya no podemos vivir sin el plástico, sin los detergentes y sin todo ese tipo de productos, yo creo que todos usamos algo que de alguna manera lastima a la tierra”, subrayó.José Antonio Hernández Flores

Con un ritual al estilo prehispánico, en el que cerca de 30 danzantes realizaron varios movimientos y sonidos con sus instrumentos huehuetl y ocarinas, fue como los celayenses recibieron al equinoccio de primavera.

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A pesar de que la primavera entró el día de ayer a las 15:58 horas, José Antonio Hernández Flores, director del grupo de Danza Garra, del Instituto de Arte y Cultura de Celaya, expuso que en el municipio se tiene la costumbre de realizar este ritual desde hace más de 20 años, lo que se ha convertido en una tradición.

Desde el México prehispánico y en la mayoría de los pueblos mesoamericanos se ha brindado gran valor e importancia hacia la nueva vida, pues se trata del inicio del nuevo ciclo para la agricultura en el que inician las buenas lluvias para la próxima temporada de siembra, celebrándolo con rituales, danzas y cantos.

De lo anterior, el grupo representativo de Danza Garra realizó una reminiscencia, pues de acuerdo con el profesor Hernández Flores no se pueden considerar danzantes prehispánicos, ya que es complicado saber a ciencia cierta cómo se llevaban a cabo esos ritos en la antigüedad.

El ritual se hace con una esencia diferente, pues se busca representar el cambio y dar la bienvenida al nuevo temporal mediante sonidos y bailes ejecutados con gran pasión, para solicitar a la madre tierra que siga brindando lo necesario para que el ser humano pueda seguir subsistiendo, a pesar de los daños causados al ecosistema.

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Es por ello que se busca, además, transmitir a las nuevas generaciones la conciencia que se debe tener sobre la naturaleza, lo que representa un pequeño granito de arena ante una situación que es imposible de revertir, pues el ser humano se ha adaptado a un estilo de vida diferente en el que abunda el plástico, los productos procesados y una gran industria que contamina el planeta.