CELAYA,Gto.- Al encontrarse desatada la violencia en todo el país, el padre José de Jesús Palacios Torres, Vocero de la Diócesis de Celaya, mencionó que la solución exige la colaboración de todos los sectores, no solo del gobierno, sino también de los ciudadanos, empresarios, iglesias y, sobre todo, de las familias y, es que asegura que si desde el hogar se tolera la violencia, como cuando un niño agrede a otro y los padres lo respaldan con consejos como “no te dejes”, se está perpetuando este tipo de cultura, en lugar de fomentar valores como la paz, el diálogo y la tolerancia.
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Palacios Torres lamentó que la violencia esté generalizada en todo México y, aunque los medios de comunicación a nivel nacional suelen señalar a Guanajuato como uno de los estados con mayor índice de violencia, considera necesario observar que realmente la problemática se encuentra en toda la república mexicana desde hace unos seis años.
De igual forma, condenó las masacres que han ocurrido en Irapuato y más recientemente en Querétaro, sobre esto, considera que “no estamos como para pensar que porque andaban acá, andaban allá, que son de este bando, que son del otro, que le toca al gobierno estatal, federal o municipal, el tema de la violencia es un tema en el que todas las instancias y todos los niveles de gobierno tienen que sumar fuerzas, pero no solo, sino acompañándose con las instituciones, ciudadanos, empresarios, Iglesias, padres de familia”.
“A la Iglesia le preocupa, a los políticos, a los empresarios, porque finalmente en muchos de estos casos son los primeros afectados, como el caso de Querétaro y también tendría que ocuparnos desde los niveles más elementales, desde la célula de la sociedad que es desde la familia. Cuando en la familia estamos tolerando que el niño le pegue a la niña o la niña le pegue al niño porque es más grande, ya desde ahí las cosas están mal”.
“Si desde ahí nos hacemos con el consejo de los papás que a veces dicen, no te dejes hijo, tú puedes, que llegue el chiquillo moqueteado y que el papá le dé el consejo de que no se deje, ya estamos mandando el mensaje, educando en una cultura de violencia, no en una cultura de paz, de cultura de diálogo, ni de tolerancia”.
Expresó que todo este tipo de acontecimientos son lamentables, por lo tanto, la Iglesia está con todos los dolientes siendo cercana a su sufrimiento, porque, asegura el sacerdote, detrás de los números que presentan la cantidad de víctimas mortales, se encuentra una familia, una esposa, hijos, padres y hermanos, los cuales están consternados por lo que sucedió.
“Si una muerte natural deja a una familia dolida, con el corazón roto, obviamente una muerte en estado de violencia va a dejar esta situación con mucho más dolor. A veces la violencia engendra violencia cuando no se da acompañamiento”.
Y es que menciona, si no se les da acompañamiento a los dolientes se corre el riesgo de que esa situación, ese sentimiento y esa violencia que les impactó tanto, germine y genere más violencia, “que eso sería lo peor que nos puede pasar”, concluyó Palacios Torres.