Leyendas y apariciones se siguen registrando en centro histórico

Todo tipo de situaciones inexplicables rondan al templo de San Agustín, Mercado Hidalgo y la Calzada Independencia

Ana Medina | El Sol del Bajío

  · martes 2 de noviembre de 2021

En el Templo de San Agustín existe una leyenda muy popular llamada: La campana y el diablo. | Foto: Javier Patiño | El Sol del Bajío

CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- La figura de un monje penando, lamentos, sombras, figuras humanas blancas o negras, e incluso el movimiento inexplicable de cosas, son algunas de las leyendas que rondan en el Templo de San Agustín, el Mercado Hidalgo y la Calzada Independencia, luego de que estos lugares fueran, desde los años 1600 aproximadamente, un camposanto y un osario, esto hasta que se promulgaron las Leyes de Reforma en México entre 1855 y 1863, que derivó a la expropiación de las tierras, en las cuales se construyeron edificaciones encima de los restos humanos.

UN POCO DE HISTORIA DEL CAMPOSANTO

Martín Rodríguez, trabajador del templo de San Agustín, platicó para El Sol del Bajío que, después de los años 1609 y donde actualmente se encuentra la extensión de la Casa de la Cultura, los Agustinos tenían un enorme huerto que llegaba hasta el Pasaje Juana Vela, y abarcaba parte del mercado Morelos.


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Mientras que, en lo que ahora es el Mercado Hidalgo, ahí se encontraba el Osario, es decir, una cripta subterránea donde los monjes depositaban los restos, luego de realizar una ceremonia litúrgica, además indicó que, hasta donde cuentan los más viejos que aún sobreviven, en los primeros años del templo, descansaban los restos de Francisco Eduardo Tresguerras, al igual que otros personajes de la historia.

Contó que, después de más de 300 años, el presidente Benito Juárez entre 1855 y 1863 promulgó las Leyes de Reforma en México y, por ende, las propiedades de los Agustinos fueron expropiadas. “Entonces, sin quitar los huesos, encima del Osario construyeron una plazoleta, o como actualmente se conoce, un tianguis, y después pusieron los cimientos para lo que se convirtió en el Mercado Hidalgo”.

“La huerta también se quitó y se construyó lo que ahora es la extensión de la Casa de la Cultura. Los padres más viejitos, cuentan que la Pinacoteca que se encuentra dentro del Templo de San Agustín, está sobre un cementerio, esto lo descubrieron en los años 60’s cuando cambiaron el piso y encontraron algunas lápidas”.


En el piso y las paredes de San Agustín aún hay lápidas. | Foto: Javier Patiño | El Sol del Bajío


Refirió que las personas mayores cuentan que en las paredes de todo el templo también está lleno de restos, ya que, en 1960, que fue la última vez que se restauró la Iglesia, encontraron lápidas con nombres, fechas de nacimiento y defunción. Indicó que, hasta el momento, y debido a la poca información que hay de la época, no se tienen fotografías, se desconocen cuántos cuerpos estén enterrados dentro del Templo y el Mercado Hidalgo, entre otros datos.

Ante esto, se consultó al historiador Rafael Soldara Luna, quien mencionó que, donde ahora está el mercado fue un camposanto, sin embargo, toda la traza antigua ha desaparecido. “Hay una parte anexa al camposanto donde estaban sepultada la gente que murió de cólera, pero no se tiene una ficha técnica o fuentes documentales que permitan reconstruir las dimensiones y datos históricos que den certidumbre”.


En la Pinacoteca que se encuentra dentro del Templo de San Agustín, está sobre un cementerio. | Foto: Javier Patiño | El Sol del Bajío


Al acudir al archivo histórico de la Iglesia, ubicado en el Obispado, se informó que tampoco hay registro, ni una ficha técnica de esa propiedad, ya que la Diócesis de Celaya se fundó en 1973 y de esa fecha en adelante es la información que se tiene registrada.

EL FRAILE DE SAN AGUSTÍN

Martín Rodríguez, contó que hace tres meses aproximadamente, se encontraba trapeando el templo, cuando de repente vio pasar a un fraile vestido de negro con el hábito Agustino, “pensé que era un padre de los de aquí y fui a verlo porque se me hizo raro que tuviera el hábito y cuando me acerqué ya no estaba. Una semana después del otro lado lo vi, también de negro. Yo creo que puede ser un ánima sola, no sabemos quién es, esto sucedió entre 14:00 y 15:00 horas aproximadamente”.

El Templo de San Agustín, el Mercado Hidalgo y la Calzada Independencia eran camposanto y osario. | Foto: Javier Patiño | El Sol del Bajío



LA CAMPANA Y EL DIABLO

También contó que existe una leyenda muy popular que se llama: La campana y el diablo. Platica que esta campana estaba fundida con oro y plata de los cáliz y custodias que la gente juntaba, entonces se decía que cuando los padres llamaban a misa se escuchaba un sonido angelical, muchas personas venían a misa al escucharla, sin embargo, al diablo no le gustaba por el tipo de material que estaba hecho”.

“Cuenta la historia que una noche a las 3 de la mañana el diablo se robó la campana, los padres escucharon el ruido de que la bajaban y se fueron corriendo hasta el Barrio de San Juan, entonces el diablo la tiró en el Ojo de Agua que había en el lugar y los padres ya no la pudieron sacar. Después de eso, la campana se siguió escuchando a las 3:00 horas”.

Indicó que las campanas originales que quedaron fueron retiradas en 1858 por el gobierno y se fundieron para convertirse en monedas de circulación de la época.

OTRAS EXPERIENCIAS SOBRENATURALES

Fernando Krissant Hernández, coordinador de Culturas Populares, mencionó que los comerciantes del Mercado Hidalgo, cuentan que en las cámaras de seguridad han detectado sombras blancas y negras con forma de una persona durante la noche vagando por los pasillos, les mueven cosas, no encuentran su mercancía, y se escuchan lamentos.

Platicó que, en la Casa de la Cultura, “es muy cotidiano ver sombras que pasan frente a nosotros, nos abren y cierran las puertas, apagan la luz, las cámaras detectan que va un monje caminando. Constantemente tenemos a los guardias de seguridad espantadísimos por la mañana, hasta pálidos, les decimos seguramente viste al monje”.

“Pero particularmente ha habido ocasiones en que se ve cómo jalan al guardia, pero no se distingue quién es, el guardia está de un lado a otro del patio, él grita, pero nadie lo escucha porque es un edificio con paredes muy gruesas. Al día siguiente cuando analizamos los videos de las cámaras se ve la presencia de estas energías que están vagando por todo nuestro edificio. También está el presidiario, al cual se le escucha gritando y jalando como barrotes”.

LA CALZADA INDEPENDENCIA TAMBIÉN FUE UN CAMPOSANTO

Krissant Hernández, refirió que, de la Calzada Independencia y hasta donde actualmente está la Bola del Agua hubo un camposanto que era propiedad de la Iglesia, en el cual la gente más rica de Celaya y la región enterraban los restos de sus seres queridos, ya que en aquellos años no había cementerios públicos, sino que, aquellos de bajos recursos quemaban a sus muertos en sus solares, patios y hacían fosas comunes a las afueras de la ciudad.

Explicó que “en la Calzada cuando se hizo el pozo para extraer el agua y después colocar la Bola del Agua, sucedió lo mismo que en el mercado, todos esos cuerpos se quedaron ahí, nadie los rescató, solamente quedaron vestigios de este camposanto”.

Indicó que a un costado de Sagrario Catedral, justo abajo donde se encuentran los sanitarios y la señora con su mesita cobrando, se encuentran las tumbas de este camposanto. Se dice que la mayoría de los templos que tuvieron un camposanto ahora son parte de las vialidades y plazas públicas, son osamentas que se quedaron y que siguen debajo de nosotros y que nadie las rescató en su momento”.

Es por ello que dijo, hasta la actualidad, el Centro Histórico está lleno de leyendas como el escuchar los carretones pasar de las personas que murieron durante la Revolución Mexicana, y en otras épocas.