CELAYA, Gto.- Toda lucha sangrienta es un retroceso de la evolución social, y aunque la toma de lo Alhóndiga de Granaditas fue igualmente sangrienta, se explica en su contexto ideológico por la libertad de los mexicanos; pero los violentos actos en Celaya y en todo México no tienen justificación.
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Así lo informó el cronista Fernando Amate al concluir el acto solemne en conmemoración al aniversario de la toma de la Alhóndiga de Granadita, quien agregó que fue el más sangriento hecho histórico de la lucha por la independencia.
“La violencia no conduce a nada, la violencia siempre será un retroceso de la civilización, pero hay de violencia a violencia, y en el caso de la toma de la Alhóndiga, una potencia extranjera que había subyugado al pueblo de lo que después sería México, como es el caso del Virreinato de la Nueva España, lo dice el Himno Nacional: Más si osare un extraño enemigo/ profanar con su planta tu suelo/ piensa ¡oh Patria querida! que el cielo/ un soldado en cada hijo te dio”, citó.
Y efectivamente, añadió, un hecho que explica el por qué, pues estaban con un pueblo que había invadido, que había generado muchísimos agravios, y el colectivo, la sociedad no olvidaba esos agravios. A la pregunta de cuál lección es la que queda de ese hecho violento, el cronista expuso que no es a través de la violencia con lo que se resuelven las diferencias entre los seres humanos.
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“La violencia se puede entender cuando nos invaden, pero aun así, eso va en contra de todo lo que se llama evolución del género humano. No hemos sido capaces de construir una paz duradera, y de saber dirimir los disensos a través de consensos”, comentó en entrevista.
A la pregunta de si se justifica lo que hizo el Cura Hidalgo con la toma de la Alhóndiga de Granadita, especificó que se explica, porque todavía era una muchedumbre, un embrión del ejército sin una disciplina, y fue complicado poner orden en cerca de 50 mil personas que no tenían formación militar.
Dijo que ya no estuvo en manos del Cura Hidalgo, se le fue de las manos el control, porque Allende le pidió que parara la masacre, pero Miguel Hidalgo le responde que no se podía hacer nada contra tanta gente enfurecida.
“El gran mensaje es que siempre se abone por la paz, por el diálogo para arreglar las diferencias. Y la actual violencia no se justifica. Pero qué nos queda. Por un lado, nos queda el autocuidado, y por otro lado la prevención. El tejido social está descompuesto, somos una sociedad ayuna de valores, y es necesario reconstruir el tejido social, pero ir a las causas profundas que están generando la violencia en Celaya”, comentó.
Dijo que la pobreza, la marginación, la falta de apoyos son un caldo de cultivo para que se genere violencia, y como tal, la violencia en Celaya nunca es justificable.
Cabe señalar que el evento se tenía programado en la Calzada de la Independencia, pero se explicó que hasta las seis de la tarde se acordó realizarlo en el patio de la presidencia municipal, debido a que el servicio meteorológico anunciaba que este sábado iba amanecer con lluvia, por lo que la escolta y banda de guerra, así como los funcionarios se congregaron en un solitario patio de la presidencia municipal en donde sólo estaba un elemento de la Guardia Nacional que mantuvo la puerta cerrada todo el día.