CELAYA, Gto.- De acuerdo con Christian Gallegos Mendoza, vocal de psicología en la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC) Guanajuato, la mediación lectora en el tránsito de la enfermedad ayuda a las niñas, niños y adolescentes con cáncer a superar la etapa de aislamiento y conectar con nuevos mundos, incluso mientras reciben tratamiento o permanecen en casa y, es que asegura, al estar en contacto con la lectura pueden tener un desarrollo más favorable que puede enriquecer su experiencia durante la enfermedad.
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Después de hacer una breve lectura del libro “La enorme nada” de María Baranda, mencionó que cualquier expresión artística permite que una persona puede repensarse y voltear a verse a sí misma, por lo que, es a través de la metáfora que existe una gran oportunidad para darle un nuevo nombre a lo que les pasa y “los libros son un medio fácil para que estas experiencias culturales nos den una oportunidad de repensarnos”.
Comentó que existe gran variedad de libros y, ejemplificó que, el que leyó brevemente es considerado un libro álbum, porque el texto y las palabras se acompañan para contar una historia, de igual forma, refirió que existen otros libros en las que las imágenes son las que cuentan las historias, hay otros ilustrados, donde las imágenes acompañan al texto, mientras que también los hay para jugar y que tienen texturas para los niños más pequeños.
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Refirió que “estamos acostumbrados a escuchar y contarnos historias desde tiempos muy ancestrales, por eso la lectura y literatura son un medio para acercarnos a nosotros mismos. La mediación lectora es un modo de acercar la literatura a otros, de hacer hablar a los libros que están ahí por el autor y que pueden ser dichos y escuchados por otros para estar cerca de familiares, pacientes, autores, personajes mismos, el personal médico. Así la mediación lectora nos permite el desarrollo de una identidad propia y el fortalecimiento de la estructura psíquica”.
“Encontrarse con la enfermedad, enfrentarse a un diagnóstico, atravesar la hospitalización son momentos que pueden generar estados de crisis, los cuales son difícil de sobrellevar por cuenta propia, por ello es importante tener cerca a otros y la literatura puede ser un medio. En la escucha hay la posibilidad de atravesar este dolor, de estar acompañado en la incertidumbre que trae consigo la enfermedad, buscar paz, seguridad en el paciente y sus familiares”.
Para concluir, refirió que estar cerca de las palabras ayuda a que el paciente pueda colocarse en una nueva posición ante la enfermedad, así como a repensarse en ella para darse la oportunidad de tener una mejor rehabilitación y un desarrollo más favorable en la enfermedad, por lo que, acercar a las niñas, niños y adolescentes a la literatura les da la posibilidad de encontrar nuevos mundos desde el lugar donde reciben su tratamiento o desde sus hogares.