CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Celaya está como un termómetro de calor en el tema de la inseguridad, que engloba extorsiones y homicidios, entre otros, está a punto de explotar, pues la sociedad ya no aguanta más a tal punto de que un día tomen la justicia por su propia mano declaró Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo de la Diócesis de Celaya.
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Puntualizó que actualmente no es necesario que los gobernantes reconozcan lo que pasa en este tema de inseguridad, pues un tema que se vive a diario que es visible, es ilógico no reconocer lo que sucede, mucha gente se va de Celaya y cierra sus fuentes de trabajo, dejando a más personas sin empleo por el constante acoso que sufren.
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“Si no lo reconociera es como no ver lo obvio, ha crecido tanto este tema, vemos negocios cerrados, cada día personas que se van porque no aguantan la extorsión, porque es pagar impuestos federales, que no te los van a perdonar, impuestos estatales, que no te los van a perdonar, impuestos municipales, que no te los van a perdonar y luego pagar la cuota, que tampoco te van a perdonar”, dijo.
Añadió que muchas veces no solo es un grupo que extorsión, sino, dos y es imposible seguir trabajando para ellos, pues ya la economía no es viable, mejor prefieren irse y cerrar, o en otros casos buscar modalidades de seguir adelante, de manera particular, por redes sociales o amigos, buscando la manera de sobrevivir en un mundo de extorsión.
“Yo diría, nuestro municipio no aguanta más, el problema de la extorsión no es solo eso, sino viene aunado a los homicidios, por las condiciones en que te piden la cuota, mínimo el SAT te multa y aquí no, aquí está en peligro la familia, no solo el dueño sino su círculo”.
El gobierno solo habla de tener seguridad, drones, helicópteros y más, y dónde están cuando se necesita en algún hecho delictivo, ahí no aparecen para ayudar; es una especie de metástasis social, así como el tema de la ilegalidad, que es otro jinete apocalíptico.
Pues las autoridades deberán, en conjunto con la sociedad, trabajar para frenar esto que cada día consume más al pueblo y llegará el día en que el pueblo tome la justicia por sus propias manos.
“Llegará el día en que la población tome la justicia por sus propias manos, y esto si es sumamente peligroso, el termómetro de la temperatura social, se está poniendo caliente y llegará un momento en que ese termómetro explotará, al no tener nadie quien te defienda de estos atropellos”.