CELAYA.Gto.- La celayense María Juana Cisneros López, quien desde hace 42 años pertenece al Camino Neocatecumenal en la Catedral, partió el 23 de febrero a la isla de Djerba, ubicada en Túnez, África, para llevar el Evangelio de Cristo a “aquellas tierras de misiones Ad Gentes”. Y, aunque reconoció que el lugar es 99% musulmán, no pierde la esperanza de que Dios la ayudará a difundir su palabra, su experiencia y su ejemplo de vida de la mejor manera para tocar los corazones de los habitantes, así como de los europeos que se encuentra en el lugar, a fin de que se conviertan al cristianismo.
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Días previos a su viaje, la misionera Juana Cisneros acudió junto a su familia y el equipo Neocatecumenal a su misa de envió a aquel país, la cual fue presidida por Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo de la Diócesis de Celaya, junto al padre Samuel Damián Pascual, encargado de misiones en la diócesis, donde se le entregó la cruz misional.
Posteriormente, compartió con la Organización Editorial Mexicana sentirse muy emocionada y agradecida por ser quien estará representando a todo el país en Túnez. Junto a ella, llegaron a finales de febrero un sacerdote, dos matrimonios, una soltera y un soltero. Todos ellos recibidos por la pequeña comunidad católica, perteneciente a la parroquia de San José, quienes les indicaron dónde vivirán, dónde comerán, entre otras cosas.
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Expresó que “yo voy porque el Señor así me lo ha indicado, voy a dar a conocer su palabra, dar lo que yo he recibido, compartir lo que Él ha hecho conmigo”. Aunque reconoció que el 99% de la población es musulmana, afortunadamente “ahí no hay tanta persecución a los cristianos”, por tal motivo, lleva la palabra de Cristo a los musulmanes, a los europeos que llegaron a vivir ahí de países como Francia, Italia y Alemania, así como a aquellos que no tienen una religión.
De igual forma, indicó que en el lugar se quedará, por lo menos, hasta septiembre o noviembre, dependiendo de cuándo comience el curso litúrgico que estará tomando en España en esas fechas, a fin de continuar con su formación.
Por otra parte, el señor Fernando, quien junto a su esposa tiene más de 30 años como misioneros itinerantes en la Iglesia Católica, en la modalidad de familia itinerante, explicó que con autorización de los párrocos y los obispos forman en la iniciación cristiana, a todos aquellos que acude a los templos y que así lo desean.
“Todos estamos agradecidos con Dios, para devolver a Dios lo que ha hecho con nosotros es que vamos a llevar su palabra”. Finalmente, destacó que el joven Sebastián, quien es originario de Guadalajara se encuentra recibiendo formación con ellos, ya que está asignado al seminario de Évora en Portugal, por lo que, a mediados de este año saldrá con la vocación para comenzar su misión.