CELAYA, Gto.- Para celebrar la 58 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo de la Diócesis de Celaya, invitó a los agentes de pastoral para la comunicación para participar del 6 al 10 de mayo en la Semana de Formación: “Más allá de la Inteligencia Artificial”, que se llevará a cabo a través de la plataforma Zoom a las 20:30 horas.
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Los interesados en participar deberán registrarse previamente a través del enlace que se encuentra en la página de Facebook: Codipac Celaya. Por otra parte, también se estará realizando el foro: “Inteligencia artificial y sabiduría del corazón para una comunicación plenamente humana”, cada miércoles de mayo de manera virtual a las 19:00 horas.
El 8 de mayo se presentará el tema: “Comenzando con el corazón”; después el 15 de mayo se presentará el tema: “Oportunidad y peligro”; el 22 de mayo se presentará: “Crecer en humanidad”; y el 29 de mayo se presentará: “Interrogantes para el hoy y para el mañana”. Cabe mencionar que, en dichos foros se contará con la presencia de Monseñor Héctor López Alvarado, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
MENSAJE DEL PAPA
Por otra parte, Monseñor Aguilar Ledesma también presentó el mensaje del Papa Francisco dedicado a todos los agentes de comunicación del mundo. Los principales temas que trata son: “Comenzando desde el corazón”, “Oportunidad y peligro”, “Crecer en humanidad” e “Interrogantes para el hoy y para el mañana”.
COMENZANDO DESDE EL CORAZÓN
El Papa destaca que “en esta época que corre el riesgo de ser rica en tecnología y pobre en humanidad, nuestra reflexión sólo puede partir del corazón humano. Sólo dotándonos de una mirada espiritual, sólo recuperando una sabiduría del corazón, podremos leer e interpretar la novedad de nuestro tiempo y redescubrir el camino de una comunicación plenamente humana”.
Indica que la sabiduría del corazón es “esa virtud que nos permite entrelazar el todo y las partes, las decisiones y sus consecuencias, las capacidades y las fragilidades, el pasado y el futuro, el yo y el nosotros”, por lo que, no se puede esperar esta sabiduría de las máquinas.
OPORTUNIDAD Y PELIGRO
En esta parte, el Papa menciona que “aunque el término inteligencia artificia ha suplantado al más correcto utilizado en la literatura científica, machine learning, el uso mismo de la palabra Inteligencia es engañoso y, es que indica, las máquinas poseen una capacidad inconmensurablemente mayor que los humanos para almacenar datos y correlacionarlos entre sí, sin embargo, corresponde al ser humano descifrar su significado.
Menciona que desde la primera ola de la inteligencia artificial, la de los medios sociales, se ha comprendido su ambivalencia y se han dado cuenta de sus potencialidades, sus riesgos y patologías, mientras que el segundo nivel de inteligencia artificial generativa marca un salto cualitativo.
Por tal motivo, considera importante que se propongan “modelos de regulación éticas para frenar las implicaciones nocivas y discriminatorias, socialmente injustas, de los sistemas de inteligencia artificial y contrarrestar su uso en la reducción del pluralismo, la polarización de la opinión pública o la construcción de un pensamiento único”. Exhortó a la comunidad de las naciones “a trabajar unida para adoptar un tratado internacional vinculante, que regule el desarrollo y el uso de la inteligencia artificial en sus múltiples formas”.
CRECER EN HUMANIDAD
También considera importante seguir creciendo en humanidad y como humanidad, “el reto que tenemos ante nosotros es dar un salto cualitativo para estar a la altura de una sociedad compleja, multiétnica, pluralista, multirreligiosa y multicultural”.
De igual forma, cree importante que el uso de la Inteligencia Artificial podrá contribuir positivamente en el campo de la comunicación si no anula el papel del periodismo sobre el terreno, sino que, por el contrario, lo respalda.
INTERROGANTES PARA EL HOY Y PARA EL MAÑANA
En esta parte, plantea que el ser humano debe pensar si la Inteligencia Artificial conducirá a la creación de nuevas jerarquías sociales generando “nuevas formas de explotación y desigualdad o si, por el contrario, traerá más igualdad, promoviendo una información correcta y una mayor conciencia del cambio de época que estamos viviendo, favoreciendo la escucha de las múltiples necesidades de las personas y de los pueblos, en un sistema de información articulado y pluralista”.
Indica que es el propio ser humano al que le corresponde decidir si se convierte en alimento de algoritmos o, por el contrario, alimenta su corazón con la libertad. Para no perder la humanidad, exhorta a la humanidad a buscar la sabiduría que es anterior a todas las cosas, ya que ella ayudará a orientar los sistemas de inteligencia artificial a una comunicación plenamente humana.