CELAYA, Gto. - (OEM-Informex). - Señaló que a finales de los años 90 vino en detrimento la calidad de servicio de los maestros y la calidad de la educación, cuando se interesaron en poner a los docentes a llenar hojas que no sirven para mejorar.

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Sin embargo, dijo que los maestros no necesitan de látigos ni acicates para hacer su trabajo, porque lo desempeñan lo mejor que pueden.

Destacó también que las escuelas siguen cobrando una cuota de inscripción, porque el gobierno no resuelven las necesidades de las instituciones: “muchas veces ni las plazas de los intendentes, porque hay escuelas en donde los padres de familia cubren ese salario”.

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Se dijo confiado en que sean escuchadas las voces de los maestros, que a diario hacen trabajo en las aulas, para conocer qué les interesa y las propuestas para tener una formación de excelencia en México.