CELAYA, Gto.- Aunque está a favor de que los trabajadores tengan un sueldo justo, el padre José de Jesús Palacios Torres, Vocero de la Diócesis de Celaya, mencionó que la reforma constitucional del Salario Mínimo General (SMG), debió contemplar las implicaciones y retos a los que se tendrán que enfrentar los empleadores e incluso informó que la Iglesia Católica deberá incrementar los costos y servicios que ofrece para poder pagar a los empleados que tienen bajo este régimen.
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Por una parte, el sacerdote comentó que “a todos nos gusta que nos aumenten el sueldo, pero las implicaciones que se tienen en el aumento son las que de repente no se contemplan. Cuando se habla de un amento el que lo tiene que hacer es el dueño de la empresa, pero tiene varios caminos:
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Los cuales dijo, son el aumentar el costo de sus productos, disminuir personal, pero sostener el mismo balance de producción y el desempleo, es decir, “algunos tendrán que despedir gente para poder cubrir los gastos sin perjudicar los costos del producto”.
“No es fácil nada más decir que haya aumento por ley, pienso yo que más bien el mecanismo tendría que ser el respaldo que el gobierno podría ofrecer a los empresarios en sus cobros, disminuirles la contribución, los impuestos, pero de eso no se habla. Esto sí es de tener consideración, no dejarlo a la ligera”.
En el caso de la Iglesia, comentó que los sacerdotes reciben un sueldo mensual, sin embargo, éste no entra dentro del salario mínimo, por lo tanto, no tendrán un aumento, sin embargo, aquellos laicos que laboran en las parroquias y templos con el salario mínimo, tal y como, los sacristanes, secretarias y campaneros, sí verán un aumento en su sueldo.
“Los sacerdotes tenemos otro mecanismo, no nos regimos por la normatividad del salario mínimo, ahí no habría tanto problema, el problema es de la Iglesia como empleadora que tiene que dar cuentas y aumentarle a sus empleados de acuerdo con la ley”.
Mencionó que para poder obtener más recursos económicos para solventar el incremento del salario, en lugar de que, por ejemplo, unos 15 años se cobren a 100 pesos el costo será de 200 pesos, además de que tendrán que incrementar los servicios que ofrecen.
Indicó que las personas al saber que todo está más caro podrían suponer que la limosna que den cada domingo debería ser mayor, es decir, en lugar de dar 1 peso, serían 5 pesos “pero como cada uno tiene sus carencias eso no pasa”, concluyó el sacerdote.
