APASEO EL GRANDE, Gto. (OEM-Informex).- Algunas familias comenzaron a detectar conductas diferentes en sus hijos a la hora de interactuar con otros niños a su alrededor, por lo que hicieron el diagnóstico a una edad temprana.

Mencionó que aunque la comunicación entre ella y su hijo en un inicio fue difícil, también enfrentaron la discriminación, incluso comentarios hirientes hacia el pequeño. Expresiones como “niño raro”, “tú hijo no hace caso” son algunas de las cosas que la mamá escuchaba de gente cercana, sin embargo esto nunca fue impedimento para el desarrollo del niño.Reyna Ramírez

Tal es el caso de la señora Reyna Ramírez, madre del pequeño Carlos Ortiz, de nueve años, quien fue diagnosticado con autismo a los dos años de edad.

Al cuestionar a la señora Reyna sobre cómo se dio cuenta de que su hijo era autista, mencionó que desde pequeño él se apartaba de los demás, no hablaba, no escuchaba y no ponía mucha atención cuando le llamaban.

Cuando comencé a observar esto en mi hijo, comencé a pedir ayuda, porque no sabía lo que estaba pasando, y fue ahí cuando me explicaron del autismo y que posiblemente mi hijo tendría este trastorno”, comentó.Reyna Ramírez

Una vez que se dieron cuenta de las actitudes de su hijo, la mamá de Carlos buscó un diagnóstico en el Hospital de Especialidades en León, ahí detectaron que el pequeño tenía este trastorno.

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Posteriormente la señora Reyna, buscó el Centro de Atención Múltiple, en donde comenzaron a atender a su hijo y darle atención psicológica a ella sobre la comunicación que debe tener con el pequeño de nueve años de edad.

“Me explicaron que en mi casa debía tener un sistema de comunicación, como algunas tarjetas de imágenes para que mi niño me dijera qué quería, porque para mí era muy difícil entenderlo, en ocasiones me desesperaba y rompía en llanto porque no sabía que le pasaba, no sabía qué hacer cuando le daban crisis, el CAM fue de gran apoyo para mí”, expresó.

Al ingresar al CAM, la señora Reyna notó un cambio en su hijo, ya que recién entró al centro, el niño tenía que usar pañal, y aprendió a ir al baño, a escuchar y poder atender algunas peticiones de su mamá, entre otras cuestiones de comunicación, además de que Carlos desarrolló el gusto por acudir a su escuela y seguir aprendiendo.

Por lo que la mamá y familia del pequeño Carlos apoya su desarrollo y no descartan que el niño pueda ingresar próximamente a una escuela regular, y tener una vida en la que no tenga que depender al 100 por ciento de los cuidados de sus padres.

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La señora Reyna mandó un mensaje a todas aquellas personas que tienen algún familiar con este trastorno autista: “ayuden a su hijo, hermano o algún familiar, necesitan de todo nuestro apoyo, fortaleza y ganas de salir adelante, sobre todo les pido que no hagan caso a las críticas o malos comentarios, sé que es duro, pero nosotros podemos y ellos son muy fuertes, pueden lograr todo lo que se propongan”, comentó.

Cabe destacar que los niños atendidos son solo los que tienen un diagnóstico de autismo, por lo que el CAM está desarrollando un padrón para localizar a niños con discapacidad y darles la atención que merecen.