CELAYA,Gto.- Desde las escuelas se ha venido perdiendo el amor a los símbolos patrios; y la pérdida del sentido de pertenencia como mexicanos también se ha visto transgredido con las tradiciones extranjeras como el Halloween, así como los programas y películas de televisión llenas de personajes ajenos a la cultura nacional y a la historia de México.
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Así lo expuso Salvador Pérez Guerrero, instructor y encargado de la Banda de Guerra de Protección Civil y Bomberos, comentó que los símbolos patrios no tienen un manual para que se les respete, sino que hay una ley, pero más allá de esa ley está la tradición oral de abuelos a padres y de padres a hijos.
“Muy pocas, pero muy pocas escuelas las que hacen unos Honores a la Bandera serios, porque la mayoría los hacen, pero es una verdadera pachanga, y es en todos los niveles educativos. Y de ahí viene la gran falla”, expuso.
Dijo recordar que en su tiempo, de niño y adolescente, al escuchar el Himno Nacional se les pedía ponerse de pie, en donde quiera que se estuviera, aún en casa y si estaban comiendo dejaban de hacerlo.
“De niños nos enseñaban en la escuela el toque de atención, en toque de firmes, el toque de saludar, para no estarles gritando. En primaria y secundaria aprendimos los toques para hacer lo que nos estaban pidiendo”, comentó en entrevista.
Lamentó que se haya perdido el amor a los símbolos patrios a partir de que en la escuela no se les ha enseñado bien a las nuevas generaciones, y si en el caso de los padres tampoco les inculcaron, tampoco lo fomentan en los hijos y nietos.
En el caso de las banderas, observó que la mayoría de las casas en Celaya ya no usan la colocación de una bandera en la fachada, o al menos de un adorno de fiestas patrias.
“Recuerdo que hace algunos años, precisamente aquí, en el centro de la ciudad, la mayoría de los establecimientos y tiendas ya habían adornado fuera, cada quien, de manera particular, sin pedírselo al gobierno, adornaba la fachada”, comentó.
Amplió que de cada 100 negocios o casas, una fachada tiene la bandera o un rehilete de los tres colores de la bandera.
Expuso que de las fiestas patrias, la gente brinca de inmediato al Halloween, porque no es tanto negocio vender banderas y rehiletes, que vender máscaras para el Día de Brujas, según la tradición extranjera.
“Hay puestos de banderas, pero no es lo mismo que vende el comerciante que vende máscaras, brujas y calaveras para el día de Halloween. El dinero le ganó a la patria”, concluyó.