CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Es importante que las fiscalías hagan los trabajos de investigación para dar con el paradero de las personas desaparecidas, de otro modo, los integrantes de los colectivos seguirán poniéndose en una situación de riesgo tal y como sucedió con la madre buscadora, Teresa Magueyal, quien fue asesinada en la localidad de San Miguel Octopan, mencionó Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo de la Diócesis de Celaya, quien por otro lado, indicó que es grave que en Celaya continúen las extorsiones vía telefónica, en los mercados, sindicatos y más, ya que ante el hastío de la gente, se querrá hacer justicia por propia cuenta.
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FISCALÍAS DEBERÍAN HACER SU TRABAJO: AGUILAR LEDESMA
Por una parte, el obispo mencionó que es lamentable que algunas mamás por voluntad propia y “ante la ineficiencia a veces de las fiscalías que deberían hacer su trabajo, tienen que formar colectivos para buscar desaparecidos, eso las pone en situación de riesgo, porque una mujer que busca a su hijo, en el camino qué puede encontrar y cuando llegue a encontrar las dificultades cómo las va a resolver”.
Mencionó que los integrantes de los colectivos no están preparados para resolver correctamente situaciones como el encontrarse con los delincuentes que secuestraron a sus familiares, que los retuvieron e incluso asesinaron.
“Yo creo que con su desesperación hacen colectivos y búsquedas, pero la autoridad tiene la obligación, la Fiscalía, de hacer esa investigación porque mandarlas a ellas pasa lo que a Teresa, andan buscando y encuentran, pero la muerte, quizá estaba muy cerca. Es difícil para ellas buscar en esa situación en las que las pones en riesgo”.
VOLVAMOS A UNA CULTURA DE LEGALIDAD: OBISPO
Por otro lado, dijo que es grave que en Celaya se esté dando una cultura de la extorsión, en la que la gente vive del trabajo de los demás. “Aquí nos hace falta que todos como ciudadanía podamos responder ante estas situaciones. No sé si aquí la autoridad está rebasada en este campo o ya la gente se acostumbró a vivir así o realmente este tipo de sistema de vida es el que tenemos que vivir”.
Aseguró que es necesario tener conciencia que el rumbo que se está tomando es muy peligroso, debido a que puede llevar a tres cosas, que la gente empiece a tomar la justicia por su cuenta, que se empiecen a cerrar cada vez más empleos y con ello se genere más pobreza y que en algún momento todo se convierta en una economía informal.
“Las extorsiones son caldo de cultivo para una economía informal, tengo que ocultarme para que no sepan que tengo un negocio, qué vendo, cuánto vendo porque si no me caen. Es un tema difícil, habría que hacer mesas ciudadanas en las que nos pongamos todos a replantearnos el tema, buscar las soluciones más adecuadas en las que nos veamos todos involucrados y todos seamos parte de la situación.
Indicó que lo que un pueblo necesita no son muchas leyes o leyes nuevas, sino que se cumpla la ley, porque actualmente lo que se pretende es evadirla y es algo que no se debe permitir, “es importante que volvamos a una cultura de legalidad”, concluyó el obispo.