CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Después de la Guerra Cristera que abarcó de 1926 a 1929 este 2020 es la segunda vez en que se celebra a la Virgen de la Purísima Concepción, patrona de Celaya, de manera diferente; en esta ocasión, a causa de la pandemia de SARS-CoV-2, indicó el padre Fray Flavio Chávez García.
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Recordó que durante la Guerra Cristera se celebró por primera vez a la virgen de forma diferente, ya que los creyentes se escondían para celebrar la eucaristía, mientras que, actualmente, a causa de la pandemia también se realizó de manera distinta, debido a que se restringió la entrada hasta un número determinado de fieles y llegaron a muchas familias a través de las redes sociales.
También destacó que “al tener a la purísima Concepción como reina y patrona de Celaya hay que ser como ella, si es purísima que también nosotros seamos puros en nuestros pensamientos, sentimientos y acciones”.
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Asimismo, el Obispo de la Diócesis de Celaya, Monseñor Benjamín Castillo Plascencia, quien presidió la misa solemne, externó durante su mensaje que la pandemia, así como la epidemia de los crímenes, son situaciones que se han vivido a causa de las malas decisiones que se han tomado.
Refirió que se debe buscar sanar la enfermedad física y moral que ha dañado al pueblo y que se siga el ejemplo de la Virgen María quien es un signo del amor de Dios y la elegida para traer al salvador del mundo.
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Indicó que “la violencia empieza en casa, el alcohol y la droga hace que se detone esta situación en una familia y sociedad en crisis, pidamos ese perdón, la salud moral para luego trabajar por la salud física, hay que pedir a María que interceda a Dios por nosotros, que sepamos reconocer el don de Dios, pero trabajemos por ir transformando nuestra realidad, pidamos ser perdonados y reconstruyamos el tejido social de nuestra comunidad”.
Por otra parte, siguiendo las recomendaciones de la Secretaría de Salud, en esta ocasión a la celebración eucarística se permitió la entrada únicamente al 25% de los fieles, es decir, de las aproximadamente 700 personas que caben en el templo, sólo se le permitió el paso a 175, de los cuales 150 estaban dentro del templo y 25 en el claustro con una televisión para seguir la misa.