Familias fracturadas son causa de delincuencia juvenil

El Obispo de la Diócesis de Celaya comentó que actualmente ha sido un problema el que los jóvenes empiecen a delinquir a edades más tempranas

Ana Medina | El Sol del Bajío

  · jueves 16 de diciembre de 2021

El descuido de los padres de familia o el provenir de familias fracturadas, son algunas razones. | Foto: Alfonso Berber | El Sol del Bajío

CELAYA, Gto.- (OEM-informex).- El descuido de los padres de familia o el provenir de familias fracturadas, son algunas de las razones que ha detectado Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo de la Diócesis de Celaya, como posibles causas de que actualmente en Celaya sea más común conocer casos de menores de edad que han sido puestos a disposición del Ministerio Público Especializado en Justicia para Adolescentes.

Comentó que actualmente ha sido un problema el que los jóvenes empiecen a delinquir a edades más tempranas, “las razones son muchas, entre ellas, por el descuido de los padres de familia, porque muchos están solos, otros proceden de familias fracturadas, viven situaciones difíciles y luego son carnada fresca, barata para los cárteles por los grupos delincuenciales que empiezan a captarlos a más corta edad”.


Indicó que es importante reformar el código penal, para que haya nuevas sanciones para los menores infractores, manejar mejor los tutelares, que se resuelva qué tipos de personas deben ponerlas para que rehabiliten a estos jóvenes, ya que dijo, “el asunto no es que los aprehendan, sino que realmente se rehabiliten, porque solo pasa un tiempo, salen y lo vuelven a hacer”.

Dijo que a nivel de sociedad e Iglesia debe haber un compromiso fuerte con los jóvenes y adolescentes, porque también ha visto que están perdiendo el sentido de la vida, no solo en el tema de los homicidios, sino en el de los suicidios.

“Nos preocupan los homicidios porque se ven más, pero si uno ve las estadísticas hay más suicidios, me preocupa saber por qué los jóvenes pierden el sentido a la vida”. Indicó que la Iglesia tiene pensado para inicios de 2022 desarrollar estrategias en las parroquias, empezando en la pastoral juvenil y de adolescentes, “hasta donde lleguen nuestras humanas fuerzas, porque hay cosas que nos rebasan”.

También dijo que detrás de una persona difícil, hay una historia difícil, por ello dijo que no hay que ver los efectos, sino las causas. “Vienen jóvenes, niños que les ha tocado vivir situaciones desastrosas, cuentan que en unas entrevistas a esos jóvenes, a uno que secuestraba le preguntaron por qué era tan sádico”.


“Él respondió que cuando estaba pequeño su papá golpeaba a su mamá y él pequeño no hallaba cómo defender a su madre y dijo: cuando yo pueda, voy a vengar a mi madre y estoy con ese odio, cuando secuestraba proyectaba esa situación en aquel hombre secuestrado, por eso le hacía cosas. Por eso no podemos juzgarlos”.

Refirió que las distintas organizaciones y las autoridades civiles deben vincularse, “mi propuesta es que en algunas colonias donde llamamos focos rojos pudiéramos integrarnos la Iglesia, el gobierno, organizaciones civiles, para abordar el tema, porque uno solo no podemos, necesitamos aprender a vincularnos y hacer sinergia para colaborar juntos”, finalizó.