CELAYA, Gto.- La familia Gómez tiene 35 años con una “bonita tradición heredada por los tatarabuelos” y es regalar rebanadas de pastel a los peregrinos que llegan al templo de Tierras Negras cada 11 de enero para ser parte de los festejos en honor a la Virgen de Guadalupe. Lo que resalta, es que cada uno de estos pasteles tiene una oblea comestible que representa la historia del barrio.
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Karla Gómez, platicó que esta tradición comenzó desde hace más de 35 años por iniciativa de Josefina y Jesús, quienes por amor a la Virgen de Guadalupe decidieron regalar dulzura a todos los peregrinos que se daban cita en el barrio.
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Comentó que al principio “los pasteles los preparábamos nosotros, eran totalmente caseros, pero con el tiempo nos dimos cuenta que no nos dábamos abasto y por ese motivo fue que decidimos mandar hacer los pasteles”.
“En esta ocasión nosotros mandamos hacer 17 pasteles del tamaño de una plancha, cada uno tiene una hoja de arroz tamaño carta, en la cual se imprimió con tinta comestible la imagen representativa al barrio, por ejemplo, tenemos las apariciones de la Virgen de Guadalupe, el Templo de Tierras Negras, tenemos al padre Rogelio Segundo cuando la imagen del templo desapareció y luego volvió a aparecer un 6 de diciembre, entre otras imágenes”.
Refirió que por cada pastel invierten entre 350 pesos y 400 pesos, dependiendo del material y los ingredientes que se ocupen como el pan, el glaseado y la fruta. “Nuestro propósito es cada año innovar para que se vea mejor”.
Con estos 17 pasteles, dijo, se obtienen cerca de 80 rebanadas de buen tamaño para que alcance. La entrega de estas rebanadas se realiza al finalizar la misa de las 13:00 horas y posterior a la bendición que el padre Arturo Valle da a los alimentos.
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Destacó que cada 11 de enero la familia se reúne en el templo de Tierras Negras para recibir a los peregrinos y les regalen la rebanada. Espera que “esta tradición tan bonita nunca muera en nuestra familia, porque es lo que más nos une”, finalizó.