CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Este domingo falleció el doctor Salvador Guerra Jiménez, quien fue regidor del Ayuntamiento y presidente municipal de Celaya en el periodo 1983-1985, así como diputado local y un gran impulsor de la cultura.
Fue médico pediatra de profesión, egresado de la UNAM y militante activo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) hasta sus últimos días.
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Fue regidor del ayuntamiento en el período del alcalde Ernesto Balderas Lomelín, en el período 1970-72.
Se desempeñó como jefe de los Servicios Coordinados de Salud Pública del Estado de Guanajuato, de 1979 a 1982, durante el periodo del gobernador Enrique Velasco Ibarra.
Posteriormente fue electo presidente municipal de Celaya para el período 1983-1985, durante su gestión, además de la obra pública que incluyó la pavimentación del bulevar Adolfo López Mateos, creó la Funeraria Municipal, que benefició a mucha gente de escasos recursos, y por primera vez los miembros del Ayuntamiento, hasta entonces honorarios, recibieron un salario, el mínimo.
En 1991 fue electo diputado local por el entonces Distrito 14, que abarcaba Celaya oriente, los Apaseos y Tarimoro, y participó en el movimiento que se dio tras la "concertacesión" del Partido Acción Nacional (PAN) con el presidente Carlos Salinas, conocida como para entregarles el gobierno de Guanajuato, al obligarse al candidato ganador, Ramón Aguirre a no tomar posesión.
Presidió por varios años el Seminario de Cultura Mexicana, Corresponsalía Celaya, y obtuvo reconocimientos por su labor tanto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), también perteneció al Club de Leones (Lions Internacional).
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Guerra Jiménez, fue segundo presidente de la Confederación Nacional de Pediatría de México (Conapeme) en el periodo 1978-1980.
Contrajo nupcias con la señora Phillys Meuse, quien falleció en marzo de 2019, con quien procreó cuatro hijos: Mari, Graciela, Salvador y Roberto.
Dentro de la función pública, como profesionista y como persona, su trato fue siempre jovial e incluso extrovertido hacia las personas que acudían con él.
Hasta sus últimos años, más de 80, atendió su consultorio en el Centro de Especialidades Médicas, en la calle Obregón.
