/ miércoles 21 de febrero de 2024

Exmilitares y exguerrilleros colombianos perpetraron asesinatos de policías en Guanajuato: Sedena

El comandante aseguró que ya se está trabajando una estrategia por parte de las autoridades correspondientes

IRAPUATO, Gto. (OEM). En Guanajuato, exmilitares y expolicías colombianos han sido reclutados por grupos delincuenciales, aseguró el comandante de la 16/a. Zona Militar, Enrique García Jaramillo, quien atribuyó a estas personas los asesinatos cometidos contra policías en la entidad.

Entrevistado en León, Enrique García Jaramillo fue cuestionado acerca de los recientes asesinatos de policías ocurridos en el estado, en donde la organización civil Causa en Común señaló en un informe reciente que el Cártel Santa Rosa de Lima estaba contratando a exmilitares y a expolicías colombianos para perpetrar ataques, a lo que respondió: “es correcto eso, es correcto”.

También, se le preguntó cómo es que estas personas están ingresando a territorio mexicano, a lo que el mando militar asentado en el estado señaló que se trata de “un tema que tiene Migración y yo ahí sí me reservo, porque no estoy muy bien enterado de cómo esté”, dijo.

Aseguró que la estrategia para evitar que personas extranjeras lleguen a asesinar a los elementos de Seguridad en Guanajuato ya están los están trabajando las autoridades correspondientes. “Eso ya seguramente lo está viendo la autoridad”.

Cártel Santa Rosa de Lima y su relación con colombianos

Exmilitares y exguerrilleros colombianos fueron contratados por el Cártel Santa Rosa de Lima para fortalecerse y continuar la disputa que mantienen con el Cártel Jalisco Nueva Generación por el negocio de la venta de droga, particularmente el Cristal, una batalla que han librado ambos grupos por lo menos desde 2017.

Desde 2017, el Cártel Santa Rosa de Lima, llamado así por la comunidad que se convirtió en la zona en donde tuvieron la mayor influencia y su centro de operaciones, ubicada en los límites de los municipios de Villagrán y Juventino Rosas, lanzó un reto directo en voz de José Antonio Yépez, alias El Marro, contra el Cártel Jalisco Nueva Generación, agrupación que en ese momento le intentaba disputar el negocio del robo de combustible de los ductos de Petróleos Mexicanos, pero luego los de Guanajuato respondieron y comenzaron a vender droga Cristal, que era monopolio en el estado del grupo criminal de Jalisco; para identificar a la que vendían los guanajuatenses, la droga la pintaban de azul para así distinguir a la de sus contrincantes, por lo que toda persona que fuera sorprendida con dosis de color blanco en la zona donde operaban era asesinada.

En agosto de 2020, El Marro fue detenido tras un operativo de inteligencia, pues interceptaron el teléfono con el que pretendían negociar para cobrar el rescate de una empresaria del estado. Sin embargo, si detención no terminó por mermar el poder de esta agrupación, pues surgieron al menos 10 cabecillas en igual número de municipios, como Cortazar, Irapuato, Salamanca, Juventino Rosas, Villagrán, Celaya, Tarimoro, Salvatierra, Apaseo el Grande y Apaseo el Alto, según un informe de la Secretaría de la Defensa Nacional, filtrado por el grupo hacktivista Guacamaya.

Esto generó que en cada municipio los líderes de plaza comenzaran a armar su propio grupo armado y para ello echaron mano de personas de origen colombiano.

De acuerdo con datos proporcionados por la Fiscalía General del Estado a Organización Editorial Mexicana, desde enero de 2020 se tenía detectada la llegada de personas de origen colombiano al estado para delinquir como parte de las filas del Cártel Santa Rosa de Lima. En esa fecha, en Cortazar, fue detenida una célula criminal de esta agrupación, integrada por 29 personas. Se trataba de una presunta reunión de narcomenudistas con su cabecilla que operaba en ese municipio y entre los cuales había dos colombianos, los cuales encabezaban las operaciones de venta de cristal y planeaban los homicidios en ese municipio.

Más tarde, en noviembre de 2022, en Celaya fue atacada una base de la Policía Municipal en la comunidad de San Juan de la Vega, en donde había policías reunidos, los cuales se disponían a comer, pues horas antes habían participado en el desfile revolucionario. Estaban relajados y fueron atacados. Hubo disparos, pero también lanzaron granadas en contra las instalaciones. Derivado de esta situación, ese día hubo tres enfrentamientos, en donde hubo la baja de ocho civiles, la detención de dos más y dos policías fallecidos. Dos de los civiles abatidos se supo que eran exmilitares colombianos: Jarinton Jesús López Sarmiento y Geovanny Ferrer Estrada.

Según la información proporcionada en su momento por la Fiscalía General del Estado, ambos formaron parte del Ejército de Colombia, en donde fueron integrantes del grupo paracaidistas y del grupo de fuerzas especiales, pero ambos desertaron. Las investigaciones arrojaron que ambos estuvieron en Emiratos Árabes Unidos, en donde recibieron entrenamiento, pues incluso así lo presumían en sus redes sociales personales.

Se supo que ingresaron de manera ilegal a México por la frontera de Chiapas con Guatemala y desde allá se trasladaron a Guanajuato, lugar al que llegaron en julio de 2022, cuatro meses antes del ataque de la comandancia en Celaya. Su labor consistía en implementar adiestramiento al grupo armado del Cártel Santa Rosa de Lima.

Se tuvo conocimiento que habilitaron tres líneas telefónicas, la última de ellas el 16 de noviembre, desde la cual presuntamente planearon los últimos detalles para el ataque a la comandancia de Celaya. Los reportes de inteligencia señalaron que después del 20 de noviembre, los últimos números telefónicos que manejaron Jarinton Jesús Líoez Sarmiento y Geovanny Ferrer Estrada, lo cual coincidiría con su muerte.

Un tercer colombiano fue vinculado a ese hecho: se trata de Jorvey David Pacheco, quien presuntamente fue señalado como el recluta de estos colombianos. A él se le relaciona también con la desaparición, asesinato e inhumación clandestina de seis mujeres que trabajaban como meseras y las cuales fueron encontradas en una fosa clandestina en Juventino Rosas.

Además, el 30 de junio de 2023, en Celaya un coche bomba fue explotado y lesionó a 10 elementos de la Guardia Nacional, cinco de ellos de gravedad. El modus operandi, arrojó la investigación tanto estatal como la que llevó a cabo la Secretaría de la Defensa Nacional, es que recibieron un llamado de que había un vehículo abandonado con varios cuerpos adentro en la comunidad de El Sauz de Villaseñor. Cuando los guardias arribaron al lugar, inspeccionaron el vehículo y de pronto fue estallado a distancia. La operación fue atribuida al Cártel Santa Rosa de Lima y en su momento se dijo que fue una táctica similar a la usada por la guerrilla colombiana.

Aunado a ello, la Fiscalía General del Estado ha logrado la detención, de enero de 2020 a diciembre de 2023, a 11 personas de origen colombiano.

En enero de 2020, en San Miguel Octopan, en Celaya, fue detenida una banda de falsificadores de billetes, entre los cuales había una persona de origen colombiano y quien lideraba el grupo. Se supo que de este ilícito se allegaban de recursos e insumos para el Cártel Santa Rosa de Lima.

En diciembre de 2022, en la capital el estado, cuatro personas, tres hombres y una mujer, fueron detenidos por realizar préstamos y que después cobraban con intimidaciones y extorsión; se les ligó, incluso, a actividades del Cártel Santa Rosa de Lima.

Además, en junio de 2023, cinco integrantes de una agrupación criminal dedicada a la extorsión fueron detenidas en Dolores Hidalgo, de las cuales, cuatro eran de origen colombiano; también se les ligó al Cártel Santa Rosa de Lima, según las investigaciones.

La afrenta contra policías

Durante 2024, en Guanajuato han sido asesinados 14 policías en siete municipios, en donde la mayoría de los casos han sido en Celaya. Además, también fue asesinado en este periodo un bombero de Celaya, cuando éste se dirigía a acudir a sofocar el fuego de vehículos incendiados de manera intencional, así como también un Tránsito municipal también de Celaya.

En Celaya han sido asesinados ocho policías, el caso más emblemático fue la emboscada que sufrieron el 24 de enero cuatro elementos de la Policía Municipal en la comunidad de Santa María del Refugio.

En Abasolo fue asesinado un policía estatal junto con dos de sus hijos, además de que le prendieron fuego a su casa, en tanto que en Comonfort, Yuriria y Apaseo el Alto también hubo asesinatos de policías, mientras que en Cortazar una mujer policía fue privada de la libertad y encontrada muerta en Salvatierra.

(Con información de Oscar Reyes/El Sol de Irapuato y Blanca Mireles/El Sol del Bajío)

IRAPUATO, Gto. (OEM). En Guanajuato, exmilitares y expolicías colombianos han sido reclutados por grupos delincuenciales, aseguró el comandante de la 16/a. Zona Militar, Enrique García Jaramillo, quien atribuyó a estas personas los asesinatos cometidos contra policías en la entidad.

Entrevistado en León, Enrique García Jaramillo fue cuestionado acerca de los recientes asesinatos de policías ocurridos en el estado, en donde la organización civil Causa en Común señaló en un informe reciente que el Cártel Santa Rosa de Lima estaba contratando a exmilitares y a expolicías colombianos para perpetrar ataques, a lo que respondió: “es correcto eso, es correcto”.

También, se le preguntó cómo es que estas personas están ingresando a territorio mexicano, a lo que el mando militar asentado en el estado señaló que se trata de “un tema que tiene Migración y yo ahí sí me reservo, porque no estoy muy bien enterado de cómo esté”, dijo.

Aseguró que la estrategia para evitar que personas extranjeras lleguen a asesinar a los elementos de Seguridad en Guanajuato ya están los están trabajando las autoridades correspondientes. “Eso ya seguramente lo está viendo la autoridad”.

Cártel Santa Rosa de Lima y su relación con colombianos

Exmilitares y exguerrilleros colombianos fueron contratados por el Cártel Santa Rosa de Lima para fortalecerse y continuar la disputa que mantienen con el Cártel Jalisco Nueva Generación por el negocio de la venta de droga, particularmente el Cristal, una batalla que han librado ambos grupos por lo menos desde 2017.

Desde 2017, el Cártel Santa Rosa de Lima, llamado así por la comunidad que se convirtió en la zona en donde tuvieron la mayor influencia y su centro de operaciones, ubicada en los límites de los municipios de Villagrán y Juventino Rosas, lanzó un reto directo en voz de José Antonio Yépez, alias El Marro, contra el Cártel Jalisco Nueva Generación, agrupación que en ese momento le intentaba disputar el negocio del robo de combustible de los ductos de Petróleos Mexicanos, pero luego los de Guanajuato respondieron y comenzaron a vender droga Cristal, que era monopolio en el estado del grupo criminal de Jalisco; para identificar a la que vendían los guanajuatenses, la droga la pintaban de azul para así distinguir a la de sus contrincantes, por lo que toda persona que fuera sorprendida con dosis de color blanco en la zona donde operaban era asesinada.

En agosto de 2020, El Marro fue detenido tras un operativo de inteligencia, pues interceptaron el teléfono con el que pretendían negociar para cobrar el rescate de una empresaria del estado. Sin embargo, si detención no terminó por mermar el poder de esta agrupación, pues surgieron al menos 10 cabecillas en igual número de municipios, como Cortazar, Irapuato, Salamanca, Juventino Rosas, Villagrán, Celaya, Tarimoro, Salvatierra, Apaseo el Grande y Apaseo el Alto, según un informe de la Secretaría de la Defensa Nacional, filtrado por el grupo hacktivista Guacamaya.

Esto generó que en cada municipio los líderes de plaza comenzaran a armar su propio grupo armado y para ello echaron mano de personas de origen colombiano.

De acuerdo con datos proporcionados por la Fiscalía General del Estado a Organización Editorial Mexicana, desde enero de 2020 se tenía detectada la llegada de personas de origen colombiano al estado para delinquir como parte de las filas del Cártel Santa Rosa de Lima. En esa fecha, en Cortazar, fue detenida una célula criminal de esta agrupación, integrada por 29 personas. Se trataba de una presunta reunión de narcomenudistas con su cabecilla que operaba en ese municipio y entre los cuales había dos colombianos, los cuales encabezaban las operaciones de venta de cristal y planeaban los homicidios en ese municipio.

Más tarde, en noviembre de 2022, en Celaya fue atacada una base de la Policía Municipal en la comunidad de San Juan de la Vega, en donde había policías reunidos, los cuales se disponían a comer, pues horas antes habían participado en el desfile revolucionario. Estaban relajados y fueron atacados. Hubo disparos, pero también lanzaron granadas en contra las instalaciones. Derivado de esta situación, ese día hubo tres enfrentamientos, en donde hubo la baja de ocho civiles, la detención de dos más y dos policías fallecidos. Dos de los civiles abatidos se supo que eran exmilitares colombianos: Jarinton Jesús López Sarmiento y Geovanny Ferrer Estrada.

Según la información proporcionada en su momento por la Fiscalía General del Estado, ambos formaron parte del Ejército de Colombia, en donde fueron integrantes del grupo paracaidistas y del grupo de fuerzas especiales, pero ambos desertaron. Las investigaciones arrojaron que ambos estuvieron en Emiratos Árabes Unidos, en donde recibieron entrenamiento, pues incluso así lo presumían en sus redes sociales personales.

Se supo que ingresaron de manera ilegal a México por la frontera de Chiapas con Guatemala y desde allá se trasladaron a Guanajuato, lugar al que llegaron en julio de 2022, cuatro meses antes del ataque de la comandancia en Celaya. Su labor consistía en implementar adiestramiento al grupo armado del Cártel Santa Rosa de Lima.

Se tuvo conocimiento que habilitaron tres líneas telefónicas, la última de ellas el 16 de noviembre, desde la cual presuntamente planearon los últimos detalles para el ataque a la comandancia de Celaya. Los reportes de inteligencia señalaron que después del 20 de noviembre, los últimos números telefónicos que manejaron Jarinton Jesús Líoez Sarmiento y Geovanny Ferrer Estrada, lo cual coincidiría con su muerte.

Un tercer colombiano fue vinculado a ese hecho: se trata de Jorvey David Pacheco, quien presuntamente fue señalado como el recluta de estos colombianos. A él se le relaciona también con la desaparición, asesinato e inhumación clandestina de seis mujeres que trabajaban como meseras y las cuales fueron encontradas en una fosa clandestina en Juventino Rosas.

Además, el 30 de junio de 2023, en Celaya un coche bomba fue explotado y lesionó a 10 elementos de la Guardia Nacional, cinco de ellos de gravedad. El modus operandi, arrojó la investigación tanto estatal como la que llevó a cabo la Secretaría de la Defensa Nacional, es que recibieron un llamado de que había un vehículo abandonado con varios cuerpos adentro en la comunidad de El Sauz de Villaseñor. Cuando los guardias arribaron al lugar, inspeccionaron el vehículo y de pronto fue estallado a distancia. La operación fue atribuida al Cártel Santa Rosa de Lima y en su momento se dijo que fue una táctica similar a la usada por la guerrilla colombiana.

Aunado a ello, la Fiscalía General del Estado ha logrado la detención, de enero de 2020 a diciembre de 2023, a 11 personas de origen colombiano.

En enero de 2020, en San Miguel Octopan, en Celaya, fue detenida una banda de falsificadores de billetes, entre los cuales había una persona de origen colombiano y quien lideraba el grupo. Se supo que de este ilícito se allegaban de recursos e insumos para el Cártel Santa Rosa de Lima.

En diciembre de 2022, en la capital el estado, cuatro personas, tres hombres y una mujer, fueron detenidos por realizar préstamos y que después cobraban con intimidaciones y extorsión; se les ligó, incluso, a actividades del Cártel Santa Rosa de Lima.

Además, en junio de 2023, cinco integrantes de una agrupación criminal dedicada a la extorsión fueron detenidas en Dolores Hidalgo, de las cuales, cuatro eran de origen colombiano; también se les ligó al Cártel Santa Rosa de Lima, según las investigaciones.

La afrenta contra policías

Durante 2024, en Guanajuato han sido asesinados 14 policías en siete municipios, en donde la mayoría de los casos han sido en Celaya. Además, también fue asesinado en este periodo un bombero de Celaya, cuando éste se dirigía a acudir a sofocar el fuego de vehículos incendiados de manera intencional, así como también un Tránsito municipal también de Celaya.

En Celaya han sido asesinados ocho policías, el caso más emblemático fue la emboscada que sufrieron el 24 de enero cuatro elementos de la Policía Municipal en la comunidad de Santa María del Refugio.

En Abasolo fue asesinado un policía estatal junto con dos de sus hijos, además de que le prendieron fuego a su casa, en tanto que en Comonfort, Yuriria y Apaseo el Alto también hubo asesinatos de policías, mientras que en Cortazar una mujer policía fue privada de la libertad y encontrada muerta en Salvatierra.

(Con información de Oscar Reyes/El Sol de Irapuato y Blanca Mireles/El Sol del Bajío)

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