CELAYA, Gto.- Después de la misa en el templo de La Resurrección, y la homilía en el punto donde fueron las explosiones del Domingo Negro, avenida Antonio Plaza, los deudos de los fallecidos exigieron a las autoridades municipales que no permitan la quema de juegos pirotécnicos, porque no es necesario perder a un familiar para comprender el gran riesgo que existe con la venta y quema de dichos artefactos de pólvora.
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La señora Juana García Vázquez, después de encabezar el Rosario, casi frente de la Central Camionera, comentó que hace 24 años, perdió a su hijo Pedro Ávila García, cuando tenía 20 años de edad, mientras cumplía con su deber como oficial de policía, y lamentó que todavía se permita la quema de juegos pirotécnicos.
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“Es un llamado a las autoridades, a todos los ciudadanos y a todos los padres de familia a que no quemen cuetes, porque es bien peligroso, muy peligroso para las niñas, los niños, las jovencitas, los jovencitos, para toda persona, lo que provoca que haya gente que se dedique a elaborar y venta de juegos pirotécnicos o cuetes”, pidió.
Enfatizó que no necesitan perder a un ser querido para ya no permitir la producción y venta de cuetes, porque solamente hay que recordar el Domingo Negro para darse cuenta el gran daño que puede ocasionar.
Comentó que se puede repetir el Domingo Negro, con muchas muertes, con el simple hecho de que se venda a la gente todo tipo de juegos pirotécnicos, porque va creciendo la venta, y por lo tanto llega el momento en que se almacenan grandes cantidades.
Rosa Martínez Figueroa, también perdió a su hijo comerciante Juan José Galván Martínez, cuando tenía 31 años de edad, y su nuera Edith Sánchez, en ese entonces de 30 años de edad y con dos pequeños que perdieron a su padre.
En cuanto a la falta de voluntad municipal de no poner mano dura para sancionar a quienes vendan pirotecnia, dijo que no es justo, y que se pone en peligro a mucha gente porque se puede repetir el Domingo Negro.
“La autoridad debe prohibir la venta de juegos pirotécnicos y toda clase de cuetes, porque se sigue escuchando la quema, sobre todo el día 15, en donde toda la noche no hubo silencio”, comentó.
Expuso que no está bien que la gente haya vuelto a quemar cuetes por todas partes, tanto como familias, así como en fiestas patronales, porque tarde que temprano salen niños gravemente lesionados.
De la misma forma, la señora Margarita Ramírez, comentó que hace 24 años falleció su esposo a los 35 años de edad, cuando conducía un taxi frente a la Central Camionera, dejando a dos hijos, uno de seis y otro de doce años.
Dijo que todos los años insiste a las autoridades a que no se permite la venta de juegos pirotécnicos, para evitar que vuelva a repetirse el Domingo Negro, pero escucha que en colonias y comunidades sigue la gente quemando cuetes.