CELAYA, Gto.- El padre José de Jesús Palacios Torres, Vocero de la Diócesis de Celaya, exhortó a todos los fieles católicos a “tener corazón sensible para apoyar en lo que se pueda a los migrantes” que llegan de paso provenientes, en su mayoría, de Venezuela, Nicaragua y El Salvador.
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Comentó que en este año jubilar la diócesis de Celaya estableció que como un signo concreto de caridad se atienda a los migrantes, por tal motivo, la atención que se da en la casa del migrante se ha intensificado.
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Reconoció que atenderlos es muy complicado, ya que son de tránsito, es decir, “llegan hoy a las 22:00 horas y mañana a las 05:00 horas ya no están. En la casa del migrante les ofrecemos un espacio donde descansen, se les ofrece alimento, un lugar donde puedan hacerse su aseo y disponer de su tiempo para seguir su camino”.
“Actualmente nosotros no tenemos la capacidad para dar seguimientos. La Casa del Migrante ofrece nada más hospedaje, alimentación y adiós, porque después llegan otros, si se nos quedan ahí después dónde los hospedamos. Hay quienes deciden quedarse, pero por sus propios medios. En algunos casos se contacta a personas que participan directamente en algún movimiento y se les pide el apoyo para que les den empleo o alguna otra posibilidad que facilite que se puedan quedar acá”.
También dijo que para la mayoría de los migrantes su mayor anhelo es mejorar su situación de vida, por tal motivo, es que llegan de países como Venezuela, Nicaragua, El Salvador, porque su sistema de gobierno está causando muchos problemas y dificultades que los orillan a salir de ahí, por lo tanto, considera importante que se cuide el derecho que tienen a un tránsito en paz.
De igual forma, aseguró que a pesar de que se ha notado un incremento en el número de migrantes que ha llegado, no se tienen las cifras tan altas como en otras ciudades o estados. “Basta que vayan al Puente Anenecuilco a las 13:00 o 14:00 horas, hay días que la sombrita está llena y otros no hay nadie o están tres, cuatro”.
“Es fluctuante, no se puede decir que ya aumentó. Hay que entender que hay distintas rutas, ésta es una de tantas, pero las tres o cuatro que hay hacia el norte confluyen más o menos en los mismos lugares y cuando ellos llegan, llegan miles, pero porque se suman de todas las rutas que les es posible a ellos”, concluyó el sacerdote.