CELAYA, Gto.- Cada 12 de diciembre millones de fieles católicos en todo el mundo celebran a la Virgen de Guadalupe. Para este día y, de acuerdo con la Cámara de Comercio de México (Canaco) de la Ciudad de México, se espera el arribo de 13.7 millones de personas a la Basílica de Guadalupe, lo cual demuestra por qué es el lugar más visitado a nivel mundial, después del Vaticano.

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De acuerdo con el padre Eloy Padrón Salazar, encargado de la Piedad Popular y Santuarios desde hace cinco años, quien además es capellán desde hace cuatro años de las peregrinaciones de a pie, destacó que, en el caso de la Diócesis de Celaya, acuden al año cerca de 16 mil peregrinas y peregrinos en sus distintas modalidades a la Basílica de Guadalupe.

“Mi experiencia a cargo de los peregrinos ha sido una gran riqueza, porque no solo los acompaño espiritualmente, sino que voy viendo la riqueza de la fe de todos ellos, hombres y mujeres. Vivir esa fe con ellos es lo más grandioso, porque uno puede compartir y estar con cada uno”.

FINALIDAD DEL PEREGRINAR

El sacerdote platicó que la principal finalidad que tienen los peregrinos al acudir a la Basílica de Guadalupe es “mostrarle su amor a la Santísima Virgen, darse un tiempo y un espacio para vivir fuertemente su fe, mediante el sacrificio, mediante la parte espiritual y la parte formativa”.

Explicó que los peregrinos que van a pie hacen oraciones y cantan alabanzas durante el camino y, en algunos puntos ya determinados se detienen para descansar. Ahí es cuando se les da un tema de formación, con el propósito de que vayan fortaleciendo su fe. Este año, dijo, la Comisión de Profética elaboró unos temas relacionados con el año jubilar por los 50 años de la Diócesis de Celaya. “Con esto los peregrinos no solo ofrecen un sacrificio al caminar, sino que también se ponen en gracia de Dios mientras continúan con su camino”.

Refirió que existen muchos obstáculos que complican el caminar del peregrino, tal y como, el cansancio que se acumula, el sueño, la enfermedad que en ocasiones les da durante el camino a causa de los cambios de temperatura, porque les falla la presión o tienen un bajo nivel de azúcar, sin embargo, fortalecidos en su fe y ayudados por los servicios médicos que los acompañan, logran recuperarse y continuar, ya que “ellos están motivados por el gran amor que sienten por la Virgen de Guadalupe”.

BASÍLICA ASIGNA FECHAS

Padrón Salazar, indicó que precisamente por los millones de fieles que acuden cada 12 de diciembre a la Basílica, es que se les asignan unas fechas fijas para que los diferentes grupos de peregrinos puedan acudir.

En el caso de las mujeres, se les asignó el día de llegada el 8 de agosto y a los hombres, en todas las modalidades, se les asignó el 10 de octubre. Por lo que, del 30 de julio al 8 de agosto, acuden alrededor de 5 mil mujeres a pie, entre ellas 40 niñas y, del 1 al 10 de octubre llegan cerca de 5 mil 200 hombres a pie, de los cuales entre 5 y 10 son niños.

De igual forma, van los peregrinos ciclistas, quienes hacen cuatro días de peregrinar. Esta modalidad se divide en dos grupos, el primero reúne cerca de 4 mil y el segundo casi 800. En la modalidad de Antorchistas, que se conforman por ocho grupos de distintas comunidades de la región del bajío, tal y como, Comonfort, San Agustín, Plancarte, San Miguel Octopan, San Elías y Juventino Rosas llegan alrededor de mil. “Estos últimos normalmente en 24 horas llegan a la basílica desde sus lugares de origen”.

“En el atrio caben alrededor de 17 mil personas, nosotros no lo saturamos, pero casi lo llenamos. Al llegar, se participa en la misa concelebrada por el Obispo de la Diócesis de Celaya, Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, que se realiza en el atrio. Este año tuvimos a 29 sacerdotes. Generalmente lo que hacen es llevar los auxilios propios que le tocan a cada uno, es decir, confiesan, dan misa y temas de formación”.

“Los grandes logros que se tienen al peregrinar se notan en la vida de regreso, se marca mucho, cada peregrinación debe dejar un fruto para vivirlo en su familia y comunidad, estos frutos son el tener más acercamiento a Dios, estar mejor con la familia, ser más responsables en sus actividades y vida diaria. A veces lo toman como la peregrinación y vuelven a su vida cotidiana y no se ve, desafortunadamente en algunos no deja frutos, porque no viven internamente su fe”.

Para el día de la Virgen de Guadalupe, agregó, cada uno de los peregrinos celebran en sus parroquias y comunidades “ese amor y fervor que le tienen a la Madre de Dios”.

ESTATUTOS EN LA PEREGRINACIÓN

Indicó que para peregrinar existen algunos estatutos qué seguir para evitar poner en riesgo la salud, por tal motivo, se van con ellos doctores en un carro hospital, una ambulancia y elementos de Protección Civil para resguardar su camino.

Mencionó que los accidentes, de manera especial, los vehiculares, son muy raros. Por lo que, lo ocurrido con el peregrino ciclista, el cual fue embestido por un carro, “fue muy lamentable. Yo desconozco cómo sucedió, porque iba con los de a pie, pero nos dimos cuenta porque su hermano, que iba caminando con nosotros, se tuvo que regresar para acompañar a la familia en ese momento”.

Si se descubre a alguna persona tomando o con sustancias ilícitas, es automáticamente expulsado de la peregrinación, en caso de no poder irse, los directivos diocesanos lo llevan a la central más cercana para que pueda hacerlo. “Lo más importante que se les pide es que tengan disciplina, que no tengan vicios, que vayan con fe, que no hagan desorden, ni den malos ejemplos”.

En el caso de los niños, deben ir siempre acompañados de un familiar directo. Por otra parte, destacó que Monseñor Aguilar Ledesma ha sido muy cercano a ellos, “y eso los motiva, porque aparte de que él va a misa a celebrar y a animarlos, los acompaña y camina con ellos, lo que lo convierte en un peregrino”.

INTERESADOS

Finalmente, comentó que los interesados en ser parte de los peregrinos, en cualquiera de sus modalidades, pueden acudir a sus parroquias. También, dijo, se cuenta con directivos en la zona sur con los que se pueden acercar y con los grupos en las comunidades donde también hay peregrinos, siendo estos últimos “los que tienen información sobre lo que necesitan, sobre qué tienen que llevar, qué prever, entre otras cosas”.