CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Jesús Martínez, “El Niño Corneta” es uno de los personajes centrales de las Batallas de Celaya de 1915, y por ello el cronista Fernando Amate compartió una serie de reflexiones en donde, incluso comenta que la lucha bélica entre Álvaro Obregón y Francisco Villa cambiaron el curso de la historia y el modo de vida no sólo del municipio, sino de todo el país.
“Jesús Martínez vivió su actuación más importante durante Las Batallas de Celaya, acaecidas en nuestra ciudad en 1915. Este acto bélico, que involucró a las fuerzas villistas y obregonistas, se coloca como el último gran enfrentamiento militar de la fase armada de la Revolución Mexicana”, comentó el cronista.
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Contextualizó que dichos combates comenzaron el día 6 de abril del citado año, pero Jesús Martínez tuvo su participación activa al día siguiente, 7 de abril. Las cargas de caballería villistas comenzaron a atacar desde las 4 horas del citado día. A las 9 horas, el general Obregón se trasladó a la línea de fuego, pues el combate se tornó cada vez más encarnizado. El general constitucionalista observó cómo sus soldados estaban por perder territorio, lo que lo llevó a hacer uso de la estrategia: “ordenó a un niño corneta, de nombre Jesús Martínez, que tocara la diana, lo que desconcertó al enemigo, que contuvo su avance e incluso comienza a desalentase.
Jesús Martínez se afilió al 9° Batallón del Ejército Constitucionalista dirigido por el general Álvaro Obregón. A continuación, el mismo general Obregón, relata lo acaecido aquel día:
“Pedí en seguida una trompeta, habiéndose proporcionado uno del 9° Batallón, Jesús Martínez, que sólo cuenta con 10 años de edad, único que pudo conseguirse en aquellos momentos, y, con él, me trasladé a las posiciones de defensa que, para aquellos momentos habían quedado casi por completo abandonadas, y ordené al trompeta que tocara la diana; éste obedeció inmediatamente, desorientando al enemigo, que contuvo su avance y empezó a tomar precauciones, creyendo que aquella retirada obedecía a un plan estratégico para hacerlos acercar a nuestra línea, la que conceptuaban quizá más fuerte. Mientras el niño continuaba tocando la diana, recorría yo la línea distribuyendo los pocos soldados que quedaban, quienes repelían con sus fuegos los del enemigo”.
Fernando Amate enfatizó que este hecho fue el parteaguas de aquel día, pues la acción de Jesús Martínez brindó la oportunidad al Ejército Constitucionalista de reorganizarse y lanzarse a la ofensiva contra unos villistas desfallecidos y con muy poco parque.
Finalmente, “la providencial “diana” del “Niño Corneta”, fue y es recordada como el punto de quiebre del primer Combate de Celaya”; inclinando la balanza a favor del Constitucionalismo.