CELAYA, Gto.- El equipo de Movitec del Tecnológico Nacional de México (TecNM) de Celaya, integrado por Jordyn, Armando, Felipe, Alfredo y Rubén, obtuvo el segundo lugar en el “Concurso Rumbo a la Movilidad Eléctrica E-GTO 2024”, en la categoría de diseño de vehículos en el área de “Desarrollo de Motocicletas Eléctricas”, llevado a cabo en el Poliforum de León. Este proyecto lo presentaron recientemente ante el director general del TecNM, con quien hicieron pruebas directas. Ahora continuarán exhibiéndolo en ferias de ciencia para motivar a los estudiantes a trabajar arduamente hasta cumplir con los objetivos.
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CONCURSO
Jordyn Iván Herrera Patiño, estudiante de la carrera Ingeniería Mecatrónica de noveno semestre y líder del equipo Movitec del TecNM de Celaya del Laboratorio de Electromovilidad, platicó que el 8 de octubre los cinco integrantes compitieron contra 10 instituciones universitarias. Gracias al desarrollo, diseño e implementación fue que lograron obtener el segundo lugar y un premio de 25 mil pesos, los cuales ocuparán en el área de educación, a fin de seguir desarrollando más vehículos eléctricos.
DISEÑAN MOTOCICLETA
Compartió que para poder entrar a la convocatoria, se realizó la propuesta de diseño, mandaron la planilla, la cual fue aprobada a nivel estatal y les fue entregada una aportación semilla de 20 mil pesos, menos I.V.A, para empezar a desarrollarla. A partir de junio, comenzaron a buscar el chasis el cual tardaron en encontrar cerca de mes y medio, compraron el motor eléctrico y después diseñaron sus propias baterías, la soldadura, la defensa eléctrica, la programación, entre otras cosas.
“Nos pasó que a veces las piezas no embonaban, algunas soldaduras se deshacían, no había tanta fricción de las llantas, estaba muy pesado el diseño, pero cada uno a prueba y error y haciendo todo por parte de ingeniería logramos un resultado muy favorable, el cual culminamos en cuatro meses y el 100% lo hicimos dentro de los laboratorios de la institución”.
Herrera Patiño mencionó que “lo más difícil es tener buenas baterías, un equipo de trabajo y sincronizar todo, porque no solo se trata de lo electrónico, sino que debe crearse en conjunto la parte mecánica, electrónica, la programación, el diseño, la parte de seguridad y normas. Cada uno aporta a su manera, pero al final obtenemos un resultado en conjunto que fue una motocicleta funcional para la sociedad”.
Al concluir el proyecto, el costo final con todas las aportaciones que les dio el estado, el patrocinio de la escuela y el laboratorio fue de 35 mil pesos.
¿QUÉ TECNOLOGÍA SE UTILIZÓ?
Explicó que, en el laboratorio de electromovilidad, el cual es uno de los dos que existen a nivel nacional, trabajan al 100% en la parte de autos eléctricos y baterías, por lo que, “nuestro plus fue que diseñamos desde cero nuestro pack de baterías, el cual tiene mejores características de los que ya venden en el mercado. El motor se adecúa a las necesidades que nosotros queríamos. Además, en conjunto pudimos crear un buen programador, un buen BMS, un buen pack de baterías y un buen motor para que funcionara de acuerdo con lo que nosotros teníamos preestablecido”.
¿QUÉ LES AYUDÓ A LOGRAR EL SEGUNDO LUGAR?
El líder del equipo considera que, al dedicarse por completo a la parte del diseño, el cual tiene un estilo de doble propósito fue lo que les ayudó a obtener el segundo lugar y, es que, buscaron aproximarlo más a que fuera una motocicleta comercial como las que ya están en existencia en el mercado, es decir, que cumpla con la norma de seguridad.
“La motocicleta está completamente terminada en la parte del cadenado, las suspensiones, lo eléctrico y demás. Cuenta con toda la normatividad de tránsito como las luces intermitentes, altas y bajas, cuartos y demás. Tiene claxon. Lo que nosotros hicimos fue mostrar un producto terminado y listo para el mercado, ese fue nuestro plus, eso fue lo que nos ayudó a obtener este resultado”.
CONSEJO A OTROS ESTUDIANTES
Jordyn Patiño hace una invitación a todos los estudiantes a que se animen a participar en las convocatorias que salgan, ya que aprenden mucho, aunque pierdan. “El proceso que llevas es constructivo y, al fin de cuentas, lo que ahí pasa se asemeja más a una experiencia de ingeniería dentro de una fábrica y empresa”.
EXPERIENCIAS
Los cinco jóvenes compartieron su experiencia en el concurso las cuales fueron las siguientes: Jordyn Patiño, compartió que “mi vivencia fue muy buena, aunque acepto que íbamos muy confiados. Cuando llegamos con el vehículo vimos que teníamos potencial de ganar uno de los dos primeros lugares y no nos equivocamos, nos llevamos un buen segundo lugar representando a Celaya y al TecNM”.
Armando Sierra, estudiante de octavo semestre de la carrera de Ingeniería Mecatrónica comentó que su experiencia fue enriquecedora. “Para mí fue bastante grato y un poco complicado el competir contra otras instituciones, más que nada con el primer lugar que fue el que nos venció. A nosotros nos interesó el tema de la eficacia, el rendimiento del motor y de las baterías. Al ver en retrospectiva el resultado, creo que en el futuro nos enfocaremos más en la parte de estética”.
Luis Felipe Colesio, de la maestría en Ciencias de la Ingeniería en Electrónica, comentó que su experiencia fue algo desafiante, ya que “estuvimos trabajando hasta tarde en el laboratorio y a veces nos tocó venir hasta en fin de semana. Fue un gran trabajo, por parte de todos, tanto en la parte eléctrica como mecánica. Todo lo hicimos desde el diseño hasta tener el producto terminado. Algunas partes las hicimos a prueba y error, eso nos dio mucha experiencia. Nos quedó el diseño bastante bien”.
José Alfredo Jiménez Estrada, de la carrera en Ingeniería Mecatrónica, platicó que su experiencia le dejó mucho aprendizaje. “Muchas cosas que ves en la carrera las complementas en este tipo de proyectos, lo entiendes más. En lo personal me encargué de la parte del diseño mecánico, de estructura y del sistema de frenado”.
“Pude aplicar los conocimientos teóricos desarrollados al proyecto, lo cual fue muy importante, porque va en riesgo la seguridad. Durante la realización de la motocicleta había cortocircuitos, a veces no encendía, pasaron cosas graciosas como caídas, pero al final todo resultó bien. La verdad es un proyecto que tiene mucho futuro. Me siento muy orgulloso de lo que logramos y aunque es un segundo lugar, para mí es un primero, me voy con esto y con la gran amistad que formamos durante la creación de este proyecto”.
Rubén Tinoco de noveno semestre de la carrera de Ingeniería mecatrónica, refirió que “mi experiencia en este proyecto me ayudó a fortalecer los conocimientos adquiridos durante la carrera, con esto pude saber que realmente me gusta lo que estoy estudiando. Yo estuve apoyando en el área de lo eléctrico, en la batería y en lo que se necesitaba. La verdad aprendí bastante”, concluyó el joven.