CELAYA,Gto.- El libro es un instrumento de la inteligencia humana que ha ido evolucionando a lo largo de la historia y hasta hoy en día se oferta en páginas digitales, pero el libro de papel continuará existiendo por mucho tiempo, y se debe a que existe todavía una importante demanda, cuatro de cada 10 personas tienen el hábito de la lectura, pero también a que no sólo están las librerías tradicionales en Celaya, sino que hay libros en puestos de periódicos, centros comerciales, librerías ambulantes y establecimientos como el que se encuentra de forma permanente en el portal de la Casa de la Cultura.
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En el marco del Día del Libro, a celebrarse este martes 23 de abril, Juan Ruíz, encargado de la librería El libro dorado, señaló que sólo el 16% de los municipios en México tienen una o más librerías, y el resto de los municipios no cuentan con librerías, lo que explica en gran medida que la falta del gusto por la lectura se debe a que en la mayoría de los municipios del país no tienen librerías, pero sí tienen tiendas de ropa, cantinas, bares, de todo, pero no librerías.
Sin embargo, añadió, hay personas con el oficio y compromiso de llevar o acercar el libro a la gente, y en su caso, la librería a su cargo, ubicada en la calle Manuel Doblado 106, con 26 años de antigüedad, cuenta con cerca de 100 mil libros, tiene libros incluso de mediados de 1800, pero la mayoría en existencia son del Siglo XX, y aunque son de segunda mano, se encuentran en buenas condiciones para ser nuevamente leídos.
“Los libros que se mandan a reciclar son como leyes y códigos civiles y penales que han caducado, libros de texto contestados, los que mordió el perro, los que ensució el gato”, dijo.
LA NOVELA, DE LOS FAVORITOS
Enfatizó que los libros que más se venden son novelas, cuentos y hasta poesía; después siguen los libros de superación personal, sobre todo para jóvenes; y el tercer lugar en ventas lo ocupan los libros de oficios como carpintería, cocina, repostería, costura, albañilería, por mencionar algunos.
“Los libros de literatura siguen siendo los más solicitados, porque finalmente un libro es un espacio de esparcimiento, la gente quiere salir un momento de su realidad, y un libro es una oportunidad para vivir otras vidas, conocer a otras personas, viajar a otras dimensiones desde el lugar en que se abra un libro, en la cocina, en la sala, mientras se espera el autobús, camino a casa, después de comer o antes de dormir”, señaló.
Comentó que es sorprendente que los niños también buscan libros, acompañados de los padres, y los adultos leen más novelas y cuentos.
Expuso que los libros de superación personal están enfocados a mejorar la vida sentimental, emocional, mental y espiritual de las personas, así que hay libros para distintos problemas de las personas, y pueden ser desde jóvenes y hasta los adultos mayores también buscan nuevas visiones para una nueva oportunidad de vivir mejor.
Comentó que los adultos mayores también buscan libros de superación personal, porque la mente no tiene edad, lo único que envejece es el cuerpo, por lo que un hombre o una mujer de 70 años de edad siguen con sus ilusiones, con la capacidad de amar, con las ganas de aprender para vivir mejor.
“El problema no es que no existan lectores, sino que la persona no encuentra su libro, porque al final todos leen un libro, ya sea de literatura, de superación personal, de oficios y lo que le llegue a su mano”, señaló.
Ahondó que la gente sí lee, pero tiene que encontrar su libro, o que el libro lo encuentre a él, y narró que en una ocasión entró un hombre a la librería y dijo que no le gustaba leer, pero que iba por curiosidad, y cuando se le preguntó su trabajo, dijo dedicarse a reparar licuadoras, por lo que se le mostró varios libros de reparación de aparatos electrónicos, y de inmediato se vio tan emocionado, que terminó por llevarse varios libros.
DESDE CASA SE FOMENTA LA LECTURA
Comentó que en México sí se lee, porque no sólo están las librerías tradicionales, sino que en línea se compra mucho libro, hay ferias de libros, los puestos de periódicos y revistas también ofrecen libros, así como en los grandes centros comerciales, lo que explica que sí hay interés por los libros, o de otra manera no existirían los centros de distribución.
Reiteró que de cada 10 personas, 4 sí les gusta leer, y si la cifra se considera baja, expuso que la falta de lectura se debe a que desde en casa no se fomenta el gusto por la lectura.
“Si en casa no hay libros, los hijos no se sienten motivados a leer. Si en casa hay frecuentemente cervezas en el refrigerador, los hijos por supuesto van a querer tarde o temprano, porque es un hábito común de los padres de familia, tíos, amigos y visitas. Lo mismo pasaría si en una casa hay libros y los padres dedican un tiempo a la lectura, por lo que los niños, aunque no se les diga, terminarán tomando un libro y descubrirán la fascinación que produce vivir las palabras”, expuso quien reconoció que desde niño sintió gusto por los libros, con su contenido, por los caminos que ofrecía El Principito, o las historias de Julio Verne.
Expuso que de ahí la importancia de que existan librerías, ya sea en centros comerciales, de segunda mano, en puestos comerciales, porque el libro tiene una función social, y el librero, quien vende libros o promotor de la lectura tiene un importante papel en la sociedad, y es llevar el instrumento, como es el libro, para adquirir el conocimiento, herramienta clave para la realización plena de toda persona.
“Debe haber una vocación de gente que guste tratar con los libros, fomentar la lectura. Pero es difícil promover dicha vocación de librero, porque mucha gente sólo piensa en una carrera o empresa para hacerse rico, y en este caso, su prioridad es lo material, y dejan a un lado la realización espiritual, emocional, intelectual”, comentó.
Para concluir dijo que toda profesión es de reconocer, pero la persona debe estar en donde le apasiona, no importa la carrera o el oficio, porque estar en un trabajo que no le gusta, las horas se vuelven eternas, pero si encuentra un trabajo, un oficio o una profesión que le apasione, el tiempo vuela y su espíritu con el tiempo, en plena libertad.