Enfrenta democracia prueba de fuego: Iglesia

Se llevó a cabo el III Foro de Diálogo Abierto organizado por la Diócesis de Celaya

José Sánchez / El Sol del Bajío

  · miércoles 2 de octubre de 2024

El III Foro de Diálogo Abierto fue organizado por la Diócesis de Celaya. | Foto: Alfonso Berber / El Sol del Bajío

CELAYA, Gto.- La joven democracia mexicana, con división real de poderes y mecanismos para corregir, y con reales contrapesos, enfrenta un reto histórico y una prueba de fuego por los años por venir, dijo José Jesús Flores, vocero de la Diócesis de Irapuato, en su participación durante el III Foro de Diálogo Abierto organizado por la Diócesis de Celaya.

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Expuso que el foro deja mucho aprendizaje y convergencia, como el anhelo de vivir en democracia, vivir en la verdad, fomentando el bien de todos, el bien común; y mencionó que el panorama para acercarse a ese ideal se ve complicado en el futuro inmediato, cuando el pluralismo social y político no es valorado, reconocido y defendido, incluso se le coloca en el rubro de los adversarios, y cuando a las minorías políticas no se les respeta.

José Jesús Flores ahondó en su participación que le corresponde a todos que la actual democracia esté en pie y se fortalezca.


El padre José Jesús Flores, vocero de la Diócesis de Irapuato, dijo que la joven democracia mexicana, enfrenta un reto histórico y una prueba de fuego por los años por venir. | Foto: Alfonso Berber / El Sol del Bajío


“A los gobernantes y políticos hay que demandarles discusión, diálogo y consenso de cara a los ciudadanos que los eligieron. En este contexto, los foros de Diálogo Abierto tienen que ser una parada de reflexión y análisis ponderado, una voz en el desierto por el diálogo abierto, sensato y maduro, en medio del asalto social que nos toca vivir, a veces caótico por la crispación de todos los campos en donde abundan enfrentamientos y desencuentros y en donde las ideologías se quieren imponer a cualquier lugar”, expuso.

Ahondó que el Foro es un espacio importante que ayuda a trascender los enredos inmediatos de la persona, la familia y de la sociedad en general, y generando perspectivas de esperanza.

“Queda mucho por hacer, nada está concluido, y por ello es necesario hacer estas paradas de reflexión, porque siempre hay esperanza. En los foros convergen profesionales, religiosos, jóvenes seminaristas y también personas de iglesia, y todas analizan, dialogan, y hacen aportes para ayudar la vida social y democrática de nuestro país”, expuso.

Para concluir, invitó a no desilusionarse, sí evolucionar, buscando nuevas formas de encuentro con otras mecánicas y dinamismos.