CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- “El mal no es un designio de Dios, sino que es el fruto del mal uso de la libertad humana”, aseveró el Vocero de la Diócesis de Celaya, padre José de Jesús Palacios, ante el aumento de la violencia que se ha visto en las últimas semanas en Celaya, así como en el estado, y destacó que, es importante que la gente entienda que muchas veces es en la propia familia donde se está sembrando “el germen de la violencia” cuando en su lugar se deberían sembrar los valores como el amor y la paz.

Comentó que, aunque los actos violentos que se ven más en la sociedad son los que realiza el crimen organizado, es importante que las familias se den cuenta que en ocasiones son quienes están sembrando el germen de la violencia en sus hijos mientras los educan.

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“Cuántas personas van educando como si la violencia fuera normal. Yo he sido testigo de cómo los papás con malas palabras se dirigen a los hijos chiquitos y uno piensa que esos pequeños cuando sean mayores van a reaccionar como fueron educados y verán la violencia como algo normal cuando la violencia no es normal en ninguno de sus ámbitos”.

“En contraste sería mejor educar y sembrar los valores como el amor, la paz, el respeto, la reconciliación, entre otras, porque precisamente esos valores van a contrarrestar la violencia que se está viviendo. La paz no se regala por decreto, no es una cosa que se va a lograr con el trabajo de tres o cuatro personas o de un corporativo, sino que se va a conquistar desde el corazón del individuo para que reine en ellos y luego puedan contagiarlo a la familia, amigos y la sociedad”.

Dijo que entiende que hay personas y familias que están sufriendo a causa de la violencia, la cual muchas veces es injusta y difícil de entender, pero también ha notado que hay quienes están viendo los asesinatos como algo normal cuando no debe ser así o incluso piensan que Dios lo permitió, porque así lo quiso.

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“En este sentido hay que aclarar, Dios no permite el mal, no es que así lo quiera, no es que quiera que estemos sometidos al crimen organizado o al sufrimiento causado por ellos, el mal no es un designio de Dios, sino que es el fruto del mal uso de la libertad humana, Él nos deja en total libertad a todos, somos libres en la toma de nuestras decisiones, pero es el abuso de esa libertad la que viene a ocasionar la violencia como la que se vive actualmente”.

“Es importante que no se renuncie a contemplar a Dios como padre, a los demás como hermanos, y en general a contemplarnos como una sola familia, porque es triste ver noticias donde los hijos atacan a sus padres, los hermanos se atacan entre sí, eso habla de una corrupción de los valores morales, y humanos; no es posible que hoy contemplemos este tipo de acciones que nada tienen que ver con la armonía, con la paz, amor, cariño que se tiene que vivir en una familia”.

Por otra parte, mencionó a quienes están pasando por una situación difícil debido a que han perdido a un ser querido en actos de violencia ocasionados por el crimen organizado, a que pongan su confianza en Dios, a que no se pongan en calidad de jueces; además destacó que, la Iglesia les manifiesta su cercanía y oración.

También mencionó que “la Iglesia ha sufrido con las pérdidas de colaboradores cercanos a los templos y parroquias, que ayudaban en un servicio, o que son hermanos o parientes de nuestros sacerdotes a causa de esta terrible violencia, nosotros entendemos por lo que están pasando las familias ante estos hechos. Los invito a que se acerquen a Dios para que reciban de Él su consuelo y paz para sobrellevar estas tragedias”, finalizó el vocero.