APASEO EL ALTO, Gto.- (OEM-Informex).- La familia Álvarez Azuara, se dedica desde hace 15 años a la agricultura convencional, y hasta hace cinco años comenzaron con el proyecto de cultivos hidropónicos llamado “Nopalite”, es decir que no requieren de tierra para cultivarse, es suficiente con colocar en el agua los nutrientes que requieren para crecer; por lo que proveen de sus productos a Guanajuato y Querétaro, principalmente.
Alan mencionó que empezaron a practicar algunos sistemas y cultivos hidropónicos, desde hace cinco años aproximadamente, iniciando con el proyecto de las lechugas hace poco más de un año.
“La idea de dedicarnos a las lechugas, surge primeramente con la intención de aprovechar un espacio libre, pero buscando emprender en un producto limpio, sustentable, que se pudiera comercializar en un mercado sano dando el valor agregado de ser un producto Hidropónico”, comentó.
Mencionó que su inquietud llevó a la familia a iniciar con la lechuga Hidropónica en forma, hace más del año, y que tardaron un par de meses en acondicionar el lugar, limpiando, armando el mobiliario, tomando capacitaciones, conociendo más sobre este cultivo, haciendo algunas pruebas de producción, entre otros procesos, hasta que comenzaron a practicar este proyecto de las lechugas.
Las personas que intervienen principalmente en la producción, dijo que son ajenos a alguna carrera afín a la agricultura o al campo, sin embargo se dedican a este giro por amor al campo y a la agricultura, aprendiendo e intentando perfeccionar con la práctica.
Explicó que este negocio consiste en ofrecer el producto a establecimientos que elaboran alimentación sana, a restaurantes que con este tipo de lechugas se les facilitan los procesos, a distribuidores que las venden en sus locales, y público en general siempre garantizando que el producto que se entrega es cosechado el mismo día por la mañana.
La producción de la lechuga está organizada de manera intensiva y escalonada, quiere decir que todas las semanas tienen una cosecha, empiezan produciendo 100 lechugas semanales en una superficie de 10 metros por cuatro metros resultando 300 lechugas, y esperan que para terminar el año se cosechen 500 piezas semanales.
“Nosotros contamos con un pequeño invernadero rústico digamos, no profesional, pero como ya lo teníamos lo aprovechamos, pero no necesariamente se necesita un invernadero, se podría proteger únicamente con malla sombra, o malla antigranizo, alguna construcción, cuarto, bodega nada más bien iluminadas con luz natural”, comentó.
Dijo que algunos de sus principales clientes están en Guanajuato y Querétaro esperando expandirse a otros estados, ya que poco a poco las personas los han ido ubicando con sus productos.
Finalmente mencionó que además de producir lechugas, también están produciendo algunos cultivos más, aprovechando la infraestructura Hidropónica, y la solución nutritiva con la que se alimenta la lechuga, sirve igual para la acelga, espinaca, arúgula, Kale principalmente cultivos de hoja.
También producen brotes tiernos (microgreens) y de manera convencional siembran en tierra pero de manera lo más limpio posible, libres de químicos betabeles, zanahorias, rábanos, nopal verdura, y están en pruebas de producción con las setas, y esperan que en algunas semanas den inicio con la producción formal.
