CELAYA, Gto.- El Oficial Juan Gabriel, policía segundo perteneciente a la Dirección de la Policía Municipal de Celaya, es un claro ejemplo de servicio, amor por la profesión, dedicación y gusto por ayudar a los demás, pues cuenta con 15 años en esta corporación y no se arrepiente de su profesión, por eso en el marco del Día Internacional del Policía El Sol del Bajío reconoce su labor, al igual que la de todos los elementos que integran la corporación.
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Es de señalar que cada 2 de enero se celebra el Día Internacional del Policía, en homenaje a los funcionarios policiales en servicio y fallecidos en el cumplimiento de su deber con compromiso y dedicación, al velar por la seguridad ciudadana y el resguardo del orden público.
MOTIVO DE LA CONMEMORACIÓN
Pero, ¿por qué se celebra este día?. Esta efeméride se originó en México, a raíz de los sucesos ocurridos el 2 de enero de 1927. Hubo un enfrentamiento entre reos del Penal de Andonegui en Tamaulipas (México), con una baja considerable de funcionarios policiales.
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En honor a estos policías que fallecieron en el cumplimiento de su deber se comenzó a celebrar este día internacional a partir del año 1932, siendo conocido inicialmente como Día del Gendarme. Posteriormente se cambió su denominación a Día Internacional del Policía.
15 AÑOS DE SERVICIO
Juan Gabriel es un claro ejemplo de servicio. Comentó que lleva 15 años en la corporación, y lo que lo motivó a unirse a esta gran familia fue la impotencia y la vulnerabilidad que muchas veces los ciudadanos sienten ante una situación de peligro. En su caso, un día, al salir de su escuela, le tocó ser víctima de un asalto.
Ante esa situación de peligro, de sentirse completamente impotente fue la pauta para integrarse a las filas de la Policía Municipal, por lo que decidió entrar al Instituto de Formación Policial (INFOPOL) y tener una educación en este tema, así como la preparación adecuada, y aunque fue un camino duro, fue una experiencia agradable y que disfrutó hasta graduarse.
Una de las etapas complicadas fue el que su familia aceptara su profesión, pues asegura que sus padres en un principio no querían que se dedicara a eso, y aunque era soltero, tuvieron que aceptar su decisión, después de una larga plática con ellos.
La labor desempeñada por los distintos cuerpos de seguridad policial conlleva riesgos y peligros al constituir el primer eslabón en la defensa de la paz ciudadana, el combate del crimen y la delincuencia y la construcción de una sociedad de paz.
HA VIVIDO CUATRO ENFRENTAMIENTOS
Añadió que al salir de la academia e incorporarse ya a la operatividad, a lo largo de estos 15 años ha tenido varias experiencias entre buenas, como ayudar a la ciudadanía y recibir un gracias, así como malas como acudir a algún accidente donde personas fallecen y lo peor son los cuatro enfrentamientos en los que su vida ha estado en riesgo, pero afortunadamente ha logrado sobrevivir.
En este tipo de casos señaló que en alguna ocasión le toco un enfrentamiento, pues él es parte del Grupo de Operaciones Especiales Celaya (GOEC), en donde ha fallecido más de uno de sus compañeros, entre ellos un amigo, con quien convivía y trabajaba, lamentablemente le tocó irse de este mundo como una gran persona que dio todo en la labor.
“En alguna ocasión me tocó un enfrentamiento donde han fallecido compañeros, entre ellos uno que fue muy mi amigo. Me dolió bastante, pero al igual que yo, él conocía los riesgos, y antes que nada mando un saludo a su familia y aunque él era foráneo y yo local, la hermandad que existe entre nosotros no tiene diferencia y espero que esté bien donde quiera que esté”.
PRIMERO ES EL DEBER
Actualmente está casado y tiene dos hijos, por lo que el gran sacrificio que se hace es dejarlos solos cuando está de turno, no estar en cumpleaños o fechas especiales, y aunque es difícil las familias han logrado entender y apoyar cada decisión o turno que le toca cubrir.
El miedo más grande que ha tenido a lo largo de su carrera es salir y no regresar, darle el último beso o abrazo a su esposa e hijos, dejarlo solos si algo le llega a pasar en algún turno.
“Mi mayor miedo es dejarlos solos, aunque mi esposa me conoció siendo policía y me comprende, todos los días pues está ese miedo. Le agradezco estar conmigo todos estos años, pues a veces mi horario cambia y lo ha aceptado, mis hijos están orgullosos de su papá y espero yo poder corresponder de la misma manera a mi familia día a día”.
Su hijo mayor de 11 años siempre lo despide con un beso y un abrazo “y claro siempre encomendándome a Dios para que me vaya bien en la jornada laboral”, su hija pequeña es parte de ese motor para seguir adelante.
“Yo soy celayense, nací aquí y me siento muy feliz de saber que al salir a trabajar puedo ayudar a los ciudadanos, a mis vecinos, a mi familia y aportar para que las cosas en el municipio cambien y mejoren”.
En cuanto a lo que opina la sociedad de un policía, él señaló que al final son seres humanos, a través de un uniforme que portan, tiene familia, son padres, esposos, hermanos, hijos, y en este trabajo se está con una sola finalidad que es la de ayudar a la gente.
Finalmente, Juan Gabriel dijo que cuando uno es policía tiene muchas experiencias, muy dolorosas, satisfactorias también, pero tiende a lidiar mucho con el dolor de las personas, por lo que es necesario ser empáticos y comprender tanto la labor que se desempeña, como ponerse un poco en el lugar del doliente.
Ante estas situaciones constantemente se preparan tanto dentro de la corporación como fuera, pues él es actualmente Licenciado en Derecho, pero dentro de su formación como policía, los mandan a capacitaciones constantes, en derechos humanos, justicia cívica, operaciones especiales, entre otros temas que a lo largo de su vida laboral ven y que claro van cambiando o evolucionando de acuerdo a la necesidad de la sociedad, para dar un mejor servicio y no re victimizar a la población.
“Yo salgo de mi casa, me despido de mi familia, llego a mi corporación, me uniformo, nos hacen pase de lista y revista, posteriormente asignan servicio, ya que tenemos el servicio asignado, checamos unidades, armamento y salimos a patrullar. Esa es mi rutina”, puntualizó Juan Gabriel.