CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Desde hace aproximadamente 10 años los frailes del Templo de San Agustín han intentado que el gobierno federal y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), atiendan su denuncia sobre el deterioro y el mal estado del inmueble, el cual tiene grandes goteras, las cenefas y la cúpula se está cayendo, y el enjarre del techo se está desprendiendo, pero hasta el momento no han tenido respuesta.
El fraile encargado del lugar explicó que arriba de la bodega del templo hay unos baños que pertenecen a la Casa de la Cultura, pero desde que se realizaron las obras de rehabilitación y colocaron impermeabilizante blanco en el recinto cultural, la situación en la Iglesia empeoró, ya que surgieron unas goteras muy grandes que provocan que con las lluvias caigan chorros de agua que requieren entre seis y ocho cubetas de agua de 15 litros debajo.
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Comentó que, debido a la humedad del agua, las paredes y el techo de la bodega han empezado a caerse, al igual que en la parte interior y exterior del templo, los cuales, con el paso del tiempo y debido a las fuertes lluvias se están cayendo al grado que se ven los materiales con los que están hechos como la piedra y la cal viva.
Por su parte, uno de los sacristanes del lugar agregó que en la torre existen cuatro estatuas de los evangelistas que también requieren reparación desde hace años, y detalló que a uno le falta la cabeza, a otro la vela y otros se tambalean, además de que hay cuatro pinturas en las pechinas muy antiguas que se pueden descomponer.
También dijo, necesitan reparación las torres, las cenefas y de manera especial la cúpula, ya que se están cayendo, mientras que el enjarre del techo se está desprendiendo, hay imágenes a las que se les está cayendo la pintura, los vitrales están despintándose, se encuentran sucios con el excremento de las palomas y con el sol están empezando a desprenderse.
Mencionó que desde hace 10 años se han mandado oficios para solicitar la intervención, por parte de la federación y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ya que el templo que data del Siglo XVII, está catalogado con la clave de ficha: C-11-01453, pero hasta el momento no se les ha respondido.
“Ya tenemos 10 años con este proyecto, y no se ha hecho nada, ni en la torre, ni en el templo. Lo que pedimos nosotros es que hagan algo por la Iglesia, si quieren atraer al turismo es importante que restauren este templo también. Hemos pedido que arreglen sobre todo la cúpula, porque tenemos miedo de que se caiga encima de los fieles, y eso, no será un daño pequeño sino grande, porque puede ocasionar hasta la muerte”.
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“Por todo esto pedimos al gobierno federal y al INAH que restauren este templo, también es importante, tiene historia en la ciudad, a él han pasado muchas personas, es una joya, es un templo que se construyó el 1 de noviembre de 1609 y hay que rescatarlo”.
Aunado a esto, el sacristán denunció que en ocasiones hay personas que entran al templo a hacer sus necesidades fisiológicas, por lo que, han tenido que poner un mensaje que dice: “Aquí no es baño”, y pidió a las personas a respetar el recinto sagrado.
También mencionó que a la Iglesia ingresan pocos recursos económicos, sobre todo en este tiempo en que se vive una pandemia, es por ello que, no pueden solventar los altos costos de las reparaciones que requiere el lugar.
Por otro lado, David Jiménez Guillén, director del Centro INAH Guanajuato, indicó que sí cuentan con la solicitud de reparación del templo, pero aún se está analizando. Además agregó que, el cuidado y mantenimiento del monumento le corresponde en primera instancia al propietario.
“En el caso de los templos que están abiertos al público, esos también le corresponden al clero, a la Iglesia, a los párrocos, pero también existen toda una serie de programas y apoyos económicos que aporta el municipio, estado o federación a través de diversos programas para que se puedan conservar los monumentos históricos”, finalizó.