El padre Miguel Ángel Hernández lleva consuelo espiritual a los enfermos de Covid-19

El padre se prepara realizando una oración por los enfermos, el personal de salud, por él y revisa que lleve todo el equipo que requiere para pasar al área restringida

Ana Medina | El Sol del Bajío

  · sábado 26 de diciembre de 2020

Capellanes del Covid en San Luis de la Paz está integrado por cuatro sacerdotes. | Foto: Cortesía padre Miguel

SAN LUIS DE LA PAZ, Gto.- (OEM-Informex).- La visita de un sacerdote al área de enfermos de Covid-19 en los hospitales, trae a los pacientes consuelo, alegría e incluso a algunos se les llenan los ojos de lágrimas porque se llega en representación de Cristo en la tierra para escucharlos, orar por ellos y decirles que lo que les ocurre no es un castigo divino por sus pecados, platicó para El Sol del Bajío, el padre Miguel Ángel Hernández Vargas, integrante de ‘Los Capellanes del Covid’, en San Luis de la Paz.

El padre Miguel de 35 años, quien tiene seis años como sacerdote y pertenece a la parroquia de la Virgencita de las Tres Aves Marías de San Luis de la Paz, compartió que antes de acudir al hospital se prepara realizando una oración por los enfermos de Covid que visitará, por el personal de salud y por él mismo, para que le dé las fuerzas y la sabiduría que se requiere, a la vez que, revisa que lleve todo el equipo que requiere para pasar al área restringida.

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Platicó que tratar con enfermos de Covid-19 le ha traído experiencias alegres y tristes, “alegres porque agradecen muchísimo que uno vaya a verlos para desahogar sus penas, resolver sus dudas, reconciliarse con Dios y suministrar el sacramento de la Unción de los Enfermos”.

“Pero a la vez se siente un poco de tristeza porque ellos están esperando poder salir de la enfermedad, mientras que otros solo esperan la muerte y cuando eso sucede a los familiares se les reconforta al decirles que la persona ya está descansando en la presencia de Dios y se realizan las exequias en el área que el hospital nos proporcionó para hacer oraciones por los fieles difuntos”.

“A todos trato de confortarlos con la cercanía, la presencia, recordándoles que hay gente rezando por ellas, comentándoles que su enfermedad no es un castigo de Dios, mucha gente lo ve así, que es un castigo de Dios o sus pecados, eso no es verdad, Dios no castiga con enfermedades”.



Contó que le toca acudir a los hospitales los viernes y domingos, mientras que a los otros tres sacerdotes que también pertenecen a los capellanes y que él coordina, se reparten en el resto de la semana. Indicó que la Iglesia Samaritana, los surte de manera gradual de equipos para estar protegidos y se les dio una capacitación ardua por parte de la hermana Electra Perianes, el protocolo de acceso al hospital y otra capacitación en el Hospital General de San Luis de la Paz.

“Una de las actividades que he realizado desde hace un año y tres meses es visitar a los enfermos en general a los hospitales, pero este año el Obispo de la Diócesis de Celaya, Monseñor Benjamín Castillo Plascencia nos invitó a que fuéramos a ayudar y auxiliar de manera espiritual a los enfermos de Covid en los diferentes lugares donde pudieran estar y sin dudarlo decidí participar”.

También dijo que hace poco una persona les regaló dos bocinas para ponerles música a los enfermos, para ayudarles a mejorar su estado de ánimo, pero aclaró que “todavía no hago la entrega, pero ya la tengo en posesión”; de igual forma indicó que se le entregaron unas Tablet al hospital que mandó Iglesia Samaritana para que los enfermos y los familiares estén en comunicación y tengan una forma de verse.



Mencionó que además de a los enfermos y sus familiares, también las enfermeras, doctores, gente de limpieza y camilleros se acercan a él con preocupación por la situación, es por eso que el padre exhorta a los ciudadanos a que se cuiden, ya que la enfermedad sí existe; también pidió que quienes tengan síntomas acudan al hospital, dado que, con su experiencia, muchos han fallecido porque no van a tiempo a tratarse, la enfermedad se les complica y no se puede hacer nada.